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Ni siquiera la destitución del exconcejal de Infraestructuras, Ángel Noguera, ha supuesto un imprevisto. El edil ha participado en la Junta de Gobierno, como ha venido haciendo hasta ahora con normalidad, y ha votado a favor junto a sus otros cuatro compañeros de partido aprobar la modificación del proyecto de urbanización de Cala Mosca. Tal y como estaba previsto. La propuesta devuelta al orden del día por la alcaldesa, Carolina Gracia, ha sido elevada con los condicionantes expuestos en el último informe técnico encargado por alcaldía, aunque finalmente el grupo municipal socialista ha decidido abstenerse.
Pese a que era indiferente cual fuera el sentido del voto del PSOE, ya que la formación naranja tiene plena potestad en este órgano al ostentar cinco de los nueve asientos, la decisión del ala de la alcaldesa, no deja de sorprender, pues existía la opción de votar un simbólico -y nada determinante- no a un proyecto al que, ha insistido en multitud de ocasiones Gracia, el PSOE no guarda ninguna simpatía.
Tras el cónclave del equipo de gobierno, el primero que salió a valorar la aprobación fue el vicealcalde, edil de Urbanismo y líder de Ciudadanos, José Aix. «Ha salido adelante, iba a decir por fin, pero tampoco es una cuestión que haya que celebrar porque al final es un acto reglado», valoraba antes de entrar a un encuentro en La Lonja con el Colegio de Arquitectos.
Así, el primer teniente de alcalde mostró su satisfacción con el trabjo hecho en Urbanismo. «Más allá de la sensibilidad que pueda haber a pie de calle, celebro que se ha hecho un magnífico trabajo como así lo han ido refrendando todas las administraciones que han participado durante tantos años de tramitación de este expediente».
José Aix aprovechó así para lanzar un mensaje de tranquilidad a los residentes en la costa y a las personas que tengan allí su segunda residencia. «Esto no implica que mañana vamos a tener ya edificios allí. Aún queda mucho por hacer y pasos por dar. Hay que garantizar antes también que se culminen una serie de infraestructuras hidráulicas y, una vez que todo eso esté garantizado, ya podríamos ver en un futuro lejano si se empieza a construir allí».
Asimismo, volvió a recordar que, por este proyecto iniciado en los años 90, han participado responsables de todos los signos políticos y que el trabajo se ha hecho con todas las garantías. «Estamos ejecutando imposiciones de otras administraciones y, en ese sentido, estamos tranquilos porque garantizamos que el Ayuntamiento de Orihuela no tenga que asumir una responsabilidad patrimonial que, de no haberse producido este acuerdo hoy en Junta de Gobierno, estaríamos preocupados y temblando».
Sobre la abstención del PSOE, José Aix, la enmarcó dentro de la dinámica electoral. «Si están todos los informes a favor, si el propio informe del secretario municipal determina que ya la primera propuesta de acuerdo era informada favorablemente y solo nos comentaron que, por ahondar más aun en la seguridad jurídica, convenía desglosar las actuaciones en materia de infraestructuras que se debían acometer, cuando se trata de un acto regaldo como si fuese la licencia de una vivienda particular, yo creo que lo normal sería terminar votando a favor».
El vicealcalde reconoció también que Cala Mosca es un tema «muy sensible y manoseado políticamente durante muchos años». «Me da la tranquilidad esa abstencion de que, de alguna forma, nuestros socios del PSOE son conscientes de que todo el procedimiento se ha hecho conforme a la ley y conforme a los informes técnicos. Es una posición política y, por tanto, absolutamente respetable».
La portavoz del grupo municipal socialista, María García Zafra, ha afirmado que «lamentablemente ha salido adelante el proyecto de urbanización de una iniciativa urbanística que no queríamos, que nunca hemos apoyado, ni alentado y que siempre hemos rechazado en las sesiones plenarias».
Así, García Zafra ha sido clara al señalar que«el grupo socialista llegó hace un año al gobierno de esta ciudad, y el proyecto de CalaMosca lleva en el Ayuntamiento cerca de 20 años. Nos encontramos con un procedimiento administrativo totalmente avanzado,solo a falta del visto bueno de la Conselleria de Agricultura , que llegó el pasado julio. Es un proyecto que,aunque no nos guste, cuenta con todos los elementos legales para su aprobación. Y ante esto,el empeño de la alcaldesa ha sido siempre que todos los condicionantes se cumplan escrupulosamente».
Cambiemos, por su parte, ha lamentado la luz verde al proyecto de urbanización y señalan que llevan «meses alertando a Carolina Gracia, en público y en privado, de las maniobras que Ciudadanos, como hacía el PP, estaba desplegando para acelerar y consolidar los trámites. Maniobras evitables si, por ejemplo, se hubieran impedido determinados nombramientos en Urbanismo o cuestionado interpretaciones más que dudosas respecto a condicionantes hídricos».
Así, la formación señala que «la excusa de la alcaldesa es que no podía hacer otra cosa, pero, si le hubiera parado los pies a Ciudadanos antes, hay informes favorables que hoy no existirían y se hubieran podido explorar alternativas». Por eso, Bernabé considera que, si la Junta de Gobierno ha aprobado el trámite no es por ninguna obligación legal y administrativa, «sino porque Carolina Gracia ha decidido entregarse a Ciudadanos».
Este periódico ha intentado recavar sin éxito una valoración de la constructora que ha declinado hacer declaraciones hasta que no les llegue la notificación oficial de lo aprobado este martes en Junta de Gobierno. Un trámite que esperan que se resuelva en cuestión de días y que abra paso a los primeros trabajos de urbanización en Cala Mosca.
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