![Empiezan las obras de la nueva sede de la Caja Rural Central en la plaza de Los Armaos en Orihuela](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/06/16/191933362--1200x840.jpg)
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Por fin, la eterna postal de Orihuela vista desde el puente nuevo (o de Levante) tendrá su conclusión con la terminación del viejo edificio Reconquista. El inmueble, al fin, será rematado por sus cuatro costados después de que el estallido de la burbuja inmobiliaria obligara al extinto Grupo San Antonio a abandonar el proyecto, que ha permanecido enfangado durante más de una década. Ahora el privilegiado inmueble que iba a albergar viviendas de lujo se llenará de oficinas, en concreto de las de los trabajadores de la Caja Rural Central (CRC), última entidad bancaria con sede en la capital de la Vega Baja y con profundas raíces en la comarca. Toca dar la bienvenida pues, celebran desde la entidad, al nuevo edificio CRC. Así lo han rebautizado.
Las obras daban oficialmente el pistoletazo de salida el pasado jueves, después de concluir toda la tramitación administrativa. Por delante queda mucho trabajo para embellecer este edificio de nuevo cuño, pero tan señorial como muchas otras casas y palacios para las familias de alta alcurnia que jalonan las calles del casco histórico. La nueva sede central de la entidad, así, se yergue sobre un entorno inmejorable con vistas a la ciudad antigua, desde la cual llegan, dice el director de la entidad, José Víctor Guillén, «para ofrecer una mejor atención a nuestros socios y clientes en una sede del siglo XXI».
El directivo presume con mucho orgullo de este proyecto llamado, explica, a dar vida a un eje, el de la primera línea de río entre los dos principales puentes de la ciudad, concebido tras la riada de 1987, pero del que hasta ahora no se había exprimido todo su potencial. De hecho, tal es el interés que ha despertado esta esperadísima inversión que hasta el Ayuntamiento ha rescatado el proyecto de los quioscos temáticos para ubicar en la plaza de la Centuria Romana (Los Armaos) el llamado bar Riacho, en honor al cine que antes hacía las delicias de los oriolanos en el mismo emplazamiento que ahora ocupará la nueva sede de Caja Rural Central.
Los planes de abordar la mudanza empiezan en la entidad, explica Guillén, en 2022. «Al principio, se valoró solo una reforma de la sede actual (el Palacio del Portillo), pero surgió esta oportunidad y nos pareció un sitio inmejorable, en pleno corazón de la ciudad», reivindica el banquero.
Así, cuando los obreros se marchen, dejarán, destaca, un edificio amplio, luminoso y funcional. En la planta baja, de dos alturas, estarán los puestos comerciales, destinados a la atención al cliente y a su asesoramiento financiero, patrimonial y de seguros. Mientras, en las plantas superiores, se ubicarán oficinas de las diferentes áreas de gestión. También salas de reuniones, aula de formación y cafetería. El proyecto ha sido redactado y diseñado por Balzar Arquitectos, estudio de origen oriolano pero con oficina en Valencia.
De este modo, Caja Rural Central ahonda y renueva, recalca Guillén, su compromiso y vinculación con la ciudad que les vio nacer y reivindica la posición de esta como cabecera de la Vega Baja. El mejor punto, valoran, desde el que atender una gran cuota de mercado que aúnan entre la comarca y la Región de Murcia, labrada con esfuerzo desde aquellos inicios –la entidad se fundó en 1919– vinculados al fomento del cooperativismo en el marco de la Doctrina Social de la Iglesia.
Con la mudanza, defienden desde Caja Rural Central (CRC), el futuro del Palacio del Portillo no queda ni mucho menos en el alambre. Su casa desde hace más de una centuria, en plena zona noble del casco histórico, está llamada a protagonizar una segunda fase del proyecto que pasa por su rehabilitación y transformación en la sede cultural de la entidad bancaria. Una tarea en la que esperan empezar a trabajar durante el segundo semestre del año que viene. «La idea es que tenga salas de exposiciones y de reuniones y que genere nuevas actividades culturales, permanentes y temporales. No en vano es nuestra sede fundacional, a la que guardamos gran cariño», indica el director de CRC. Un servicio, por otra parte, con el que antes contaba Orihuela gracias a la extinta CAM en su sede situada junto al Puente Nuevo, muy cerca también del nuevo edificio de CRC y que el Ayuntamiento planea comprar otra vez.
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