Conselleria modificará la ley para que se deje de impartir como mínimo una asignatura en valenciano en la Vega Baja

El conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha avanzado que en los próximos meses realizarán una modificación «por vía urgente» de la Ley de Plurilingüismo para las zonas castellanoparlantes de la Comunitat Valenciana, entre ellas la Vega Baja o la plana de Utiel y Requena, con el objetivo de que no haya alumnos en estos municipios a los que se les «obligue a estudiar Historia o Matemáticas en valenciano».

«Queremos corregirlo de forma inmediata», ha aseverado en una entrevista en À Punt. Según ha concretado, la modificación «puntual» para las zonas castellanoparlantes ya está en marcha y se hará «en cuanto se pueda» mediante la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat para 2024.

Para Rovira, no tiene sentido que a «un niño de Requena exento de estudiar la asignatura de Valenciano por ley se le obligue a estudiar Historia o Matemáticas en valenciano». «Nadie ha conseguido explicármelo, pero es lo que hacía el Botànic», ha añadido en alusión al anterior gobierno de PSPV, Compromís Y Unides Podem.

En general, ha insistido en que la reforma global de la Ley de Plurilingüismo se hará en base a «la libertad de elección de los padres». «Mi objetivo final es que un niño de Requena estudie la asignatura de Valenciano y, si él quiere, solo la asignatura de Valenciano, pero es bueno que todos los niños de esta comunidad estudien Valenciano. Y eso lo voy a defender siempre», ha enfatizado.

Hasta la llegada del exconseller de Educación, Vicent Marzà (Compromís), los alumnos de las zonas de habla castellana podían solicitar la exención de la asignatura de Valenciano. Marzà no acabó con esa excepción, pero, con la Ley de Plurilingüismo que impulsó, los centros educativos estaban obligados a dar al menos una asignatura troncal en valenciano, dándose la paradoja de alumnos que pedían la exención, pero tenían que dar otra asignatura en esta lengua sin estar estudiándola.

La ley finalmente aprobada por el gobierno del Botánic levantó una gran oposición entre Ampas como la provincial Gabriel Miró y de colectivos de docentes, algunos de ellos contrarios también al requisito del valenciano para acceder a la función pública.

La decisión entra en consonancia con lo expuesto por el president de la Generalitat, Carlos Mazón, durante su visita el pasado martes a Orihuela. En esta aseguró que primará «la libertad de las familias para elegir la educación de sus hijos» y que, frente a la «imposición», su camino será el de la «hermandad y convivencia entre nuestras dos lenguas». «Nuestro camino es promover, no imponer», insistió.

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