Borrar

La vacunación que nos salvará

LA GUERRA DE LOS COVID (EPISODIO VIII) ·

El uso del ARN ha permitido obtener una vacuna más eficaz y en menor tiempo, frente a la clásica que usa virus o partes inactivas del mismo

Miércoles, 6 de enero 2021, 00:23

Llegamos al episodio VIII, más cerca del último, aunque desconozco cuántos faltan, y deseando alcanzar el final de esta saga. El nuevo año está aquí, los mejores deseos se funden en uno solo: salud. Los mejores regalos, portados por nuestros aún Reyes Magos, se funden también en uno solo: salud. La cuesta de enero ya no lo es tanto, pues se queda en repecho comparada con el empinado trascurrir del pasado año. Y en este momento de nuevos y buenos propósitos, todos parecen fundirse en uno solo: la vacuna que nos salvará.

En tan solo ocho meses hemos conseguido tener una vacuna apta para darnos capacidad de defensa inmunológica frente al virus. Un logro científico y tecnológico que puede ser de los mayores hitos en la historia de la humanidad por varios motivos. El primero porque puede protegernos eficazmente y ayudarnos a ganar esta guerra. Digo protegernos porque la vacuna no elimina el virus, nos ayuda a defendernos frente a un virus que seguirá estando aquí en mayor o menor medida durante tiempo. Eso sí, sin las graves complicaciones que su infección incontrolada produce y reduciendo progresivamente su capacidad de contagio. El segundo, porque el rápido avance conseguido en la tecnología usada para la nueva vacuna puede suponer un beneficio para otras enfermedades.

El ARN –o el RNA en inglés– es usado por nuestras células para regular la producción de determinadas proteínas a partir de la información genética. La posibilidad de usarlo como terapia es reciente, y difícil a nivel técnico. Su primera aplicación ha sido utilizar inhibidores del ARN para evitar la producción de proteínas erróneas causantes de enfermedades, y de hecho ya se usan tratamientos de este tipo. Este enfoque fue objeto de premio Nobel en 2006. En el caso de las nuevas vacunas de Pfizer y Moderna, estas inyectan ARN modificado que hará que nuestras células produzcan temporalmente las proteínas 'espículas' del propio virus, las mismas que este utiliza para infectarnos. Así, sin llegar a infectarnos, nuestro sistema inmunológico reaccionará frente a estas proteínas por ser extrañas, creando una respuesta inmunológica que nos provea de defensas para cuando, irremediablemente, contactemos con el virus. El uso del ARN ha permitido obtener una vacuna más eficaz y en menor tiempo, frente a la vacuna clásica que usa virus o partes inactivas del mismo.

¿Es segura? Sí, considerando los estudios realizados, lo es tanto como otros muchos tratamientos que ya utilizamos

¿La vacuna es necesaria? Sí, sin duda es la única solución dada la situación a la que hemos llegado. ¿La vacunación es necesaria? Sí, sin duda es imprescindible para poder tener opciones a corto plazo en la guerra contra esta enfermedad. ¿La vacuna es segura? Sí, considerando los estudios realizados, lo es tanto como otros muchos tratamientos que ya estamos usando. Evidentemente, existen interrogantes sin respuesta, como ¿hasta cuándo dura la inmunidad creada? o ¿cómo reaccionará el virus a esta nueva inmunidad de grupo? Sin embargo, estas preguntas no son impedimento para considerar a la vacuna como una oportunidad de victoria en esta ya larga guerra. Es más, pensemos por un momento en qué responderían aquellos que han fallecido por la Covid-19 si hubieran tenido la oportunidad de vacunarse.

Si miramos hacia atrás, encontraremos muchas razones para el pesimismo. La gestión frente a esta enfermedad pone en evidencia la dejadez y la escasa capacidad de quienes tomaron decisiones por nosotros. Si miramos hacia delante, encontraremos al menos una razón para el optimismo: la vacuna es fruto de la investigación y el esfuerzo de la comunidad científica junto a la industria médica, que son parte de nuestra sociedad y los únicos capacitados para conseguirlo. El resto ya solo depende de nosotros, accediendo a la vacunación de forma progresiva y empezando por aquellos con mayor riesgo. Debemos ver la nueva vacuna como lo que es, una buena solución a nuestro problema actual e incluso a otros problemas, incluidas otras enfermedades infecciosas o incluso algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Para terminar, este mes de enero conoceremos los resultados de nuestro estudio con colchicina en pacientes hospitalizados por Covid-19. Es nuestra modesta aportación científica, en la que fuimos pioneros al inicio de la enfermedad, y que ahora también uno de los consorcios más importantes del Reino Unido ha unido esfuerzos para evaluar este mismo fármaco. Lo hemos conseguido sin haber recibido ninguna financiación ni ayuda pública para este estudio. Aun con la vacuna aquí, seguimos necesitando tratamientos que ayuden a que los pacientes que padecen esta enfermedad tengan una mejor evolución.

En este inicio de año cargado de buenos propósitos, el más importante seguirá siendo protegernos nosotros a la vez que protegemos a los demás: no es la vacuna sino la 'vacunación' la que nos puede salvar a todos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad La vacunación que nos salvará