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Antes del verano se habló mucho, a raíz de las controvertidas declaraciones realizadas por el hidrogeólogo del IGME, Dr. Aróstegui, el 9 de julio de 2024, en la Comisión de Asuntos Generales de la Asamblea General, sobre «la desvinculación del acuífero de Fuente Álamo del ... principal del Campo de Cartagena que vierte sus aguas a la laguna». Me imagino que se referiría al acuífero del Cuaternario de Fuente Álamo, porque, si lo hacía en relación al acuífero Triásico de Los Victorias, hace mucho tiempo que se sabe que es independiente del acuífero del Cuaternario (Rodríguez Estrella, 1995), que está sobreexplotado y que sus cotas piezométricas son muy negativas (hasta 180 m por debajo del nivel del mar). No se pueden comparar los niveles de aguas subterráneas de un acuífero Triásico, kárstico y sobreexplotado con otro muy distinto, Cuaternario, detrítico y subexplotado. El tema no es baladí pues, en el caso de ser cierto, habría que considerar este hecho en la Ley del Mar Menor y en el Plan Hidrológico.
En el término municipal de Fuente Álamo (T. M. F. A.) existe una cuenca semiendorreica superficial, pues su circulación hidrológica es centrípeta, ya que entre los pueblos de Fuente Álamo y El Estrecho convergen las ramblas de La Murta (de N a S), La Azohía (de S a N) y la de Fuente Álamo (de W a E); esta última es relevada, a partir de Fuente Álamo, por la del Albujón, que desemboca en el Mar Menor (M. M.); por tanto, no se puede negar que el agua superficial del T. M. F. A. desemboque en el M. M., sin embargo, después de unas lluvias se produce, en un primer estadio, un estancamiento temporal en la zona de cuenca semiendorreica, lo que contribuye a que exista una mayor infiltración.
Geológicamente el T. M. F. A. está condicionado fundamentalmente por la tectónica, pues existe un horst (zona elevada) en las sierras del Pericón, los Gómez y los Victorias y dos fosas tectónicas (zonas hundidas): una en Cuevas de Reyllo (F. C. R.) y otra, situada entre Valladolises y Corvera-Los Martínez (F. V. C. M.), condicionadas estas estructuras por fallas normales, de direcciones W-E y NNW-SSE (casi N-S). Estas fallas, muchas de ellas profundas, han condicionado los depósitos suprayacentes al zócalo bético, incluidos los pertenecientes al Cuaternario, llegando a alcanzar, por el efecto de la subsidencia, espesores de 313 m, en Corvera (según sondeo de INI-Coparex), o de hasta 340 m, en los Martínez (según sondeo de (IGME-Iryda). Estas fallas son sismotectónicas, es decir que tienen actividad en la actualidad. Precisamente en las dos últimas semanas de julio, Fuente Álamo ha sufrido 35 terremotos, uno de ellos de magnitud 3, el 15-7-24, a una profundidad de 6 km. La litología del Cuaternario, tanto en la F. C. R. como en la de F. V. C. M., está constituida por conglomerados, gravas, arenas, limos y arcillas, en una disposición irregular, aunque con predominio de los primeros próximo a las sierras referidas y los último lejos de estas.
Dentro del T. M. F. A. existen dos acuíferos ligados al Cuaternario: Cuevas de Reyllo y Fosa al Norte de Valladolises (no están representados los del Plioceno y Andaluciense); entre ellos no existe relación hidrogeológica alguna, porque están separados por el acuífero del Triásico de Los Victorias; este último no se considera, como se ha dicho, porque, además, no juega ningún papel en relación con el Mar Menor. Estos dos acuíferos carecen de importancia hidrogeológica, pues el predominio de potentes materiales arcillosos hace que la permeabilidad sea tan baja que en muchas ocasiones no exista siquiera presencia de agua subterránea; este es el caso de un sondeo situado a un kilómetro al este de Cuevas de Reyllo que, a pesar de tener 500 m de profundidad, resultó ser negativo. En los sondeos que presentan agua es de mala calidad, de ahí que la explotación por bombeo sea muy escasa.
Respecto al tema hidrogeológico, Aróstegui, basándose en un estudio reciente realizado por el IGME-Ayuntamiento de Fuente Álamo (al que no ha sido posible tener acceso), dice: «... Fuente Álamo queda como una zona endorreica, como una cubeta desconectada, sin transferencia. En el siglo XIX los niveles estuvieron lo suficientemente altos como para que allí hubiese una zona de descarga, un pequeño manantial» (de ahí su toponímico). Dicha surgencia debería ser la salida natural del acuífero del Triásico de Los Victorias.
Básicamente estoy de acuerdo con Aróstegui en lo esencial, en que existe una desconexión hidrogeológica de los acuíferos del T. M. F. A. con el del Cuaternario del resto del Campo de Cartagena y, consecuentemente, con el Mar Menor. El gran espesor de materiales impermeables y la existencia de fallas profundas que 'frenan' lateralmente los flujos subterráneos, tienen como consecuencia que la gran abundancia de balsas de purines en el municipio no constituya un peligro para el Mar Menor; pero este tema lo trataremos en otro artículo.
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