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Una de mis muchas debilidades es la curiosidad que siento por las palabras, su origen o etimología, su devenir y su uso, el buen gusto ... por la palabra, en suma, hasta el punto de que muchos de los libros que ojeo termino adquiriéndolos o rechazándolos, luego de leer la solapa y hacerme una idea del estilo literario que contiene, de la sonoridad de sus vocablos.
Acabo de leer un artículo de mi colega y paisano César García Granero en el que, para referirse a la escena de Musk y Milei con la motosierra emplea la palabra 'ringlera', la cual significa «fila o línea de cosas puestas unas tras otras». Me gusta cómo suena y aplaudo su empleo enriquecedor del estilo, al tiempo que me disgusta y apena que palabras tan atrayentes como 'adefesio' o 'tremolina' estén en peligro de extinción porque apenas se usan.
Un adefesio (persona o cosa ridícula, extravagante o muy fea, según la RAE) también define la estampa de una ultraderecha moderna que se siente pletórica: Elon Musk acaparó la atención de la conferencia conservadora blandiendo la motosierra regalada por el argentino que simboliza el recorte de los gastos estatales y Steve Bannon, hombre de confianza de Trump, haciendo el saludo nazi. Allí estaba también Santiago Abascal, alabando el discurso del presidente USA, el mismo que arremete contra la Unión Europea, el mismo que anuncia aranceles del 25 por ciento para los productos españoles...
¿Qué incoherencia es esa de querer a España, pero no a los españoles? Olvida el presidente de Vox que hay motivos para sentirse orgullosos de una Europa que ha dejado de matarse entre sí y que, económicamente, ha sido vital para nuestro desarrollo y vadeo de las crisis dinerarias y de la pandemia.
Ante la ventolera (o tremolina) que en poco más de un mes ha organizado el presidente estadounidense y sus palmeros, defender los valores democráticos es un reto que merece la pena. Para los idealistas, los que amamos a España y a los españoles, incluidos los de Vox, no podemos estar de acuerdo con quienes, carentes de ideología, solo exhiben la egolatría del hombre más rico del mundo cuyo objetivo es «alcanzar el poder para los mejores cerebros», que son ellos, y que «deben apartar a la plebe ignorante», que somos el resto de humanos.
Así de desinhibidos que se muestran.
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