Borrar

La ley del 'solo sí es sí', Ayuso y la ilusión, etc.

MAPAS SIN MUNDO ·

Acusar en bloque a un grupo de profesionales de ser quintacolumnistas del patriarcado es justamente el discurso que da alas a los negacionistas

Domingo, 20 de noviembre 2022, 08:12

Las lagunas en su redacción que presenta la ley del 'solo sí es sí', y que se ha traducido en la rebaja de la pena ... de cárcel de varios acusados por delitos sexuales, han llevado a la ministra Irene Montero a realizar casi una enmienda a la totalidad a la honestidad de jueces y juezas, acusándolos de constituir un irreductible frente machista. Efectivamente, el machismo es un problema estructural y atraviesa todos los estratos de la sociedad. En la judicatura existe el mismo grado de machismo que en cualquier otro gremio, y, como es bien sabido, de vez en cuando salta la noticia de alguna sentencia ignominiosa en la cual la agresión sexual de un hombre hacia una mujer se ha saldado con un argumento de disculpa hacia el agresor. Pero –casos extremos aparte– no se puede acusar en bloque a un grupo de profesionales de ser quintacolumnistas del patriarcado porque son justamente tales discursos los que dan alas a los negacionistas. Aquellos que luchan contra el reconocimiento de la violencia machista como una realidad incontestable esgrimen que los análisis que la avalan resultan tendenciosos y poco matizados. Contra ellos, cabe decir que la afirmación de que nuestra sociedad sigue regulada por los modos culturales del patriarcado es, en sí misma, un argumento matizado. No hay criminalización ni odio hacia los hombres, sino al sistema de violencia que el machismo ha consolidado a lo largo de los siglos. Cuando, en este sentido, se pretende achacar las imprecisiones de una ley al machismo generalizado de los jueces se pone en circulación un argumento no matizado que alimenta de razones a los retrógrados. Equivocarse no es delito cuando, sobre todo, se hace en el intento de mejorar el marco jurídico y la seguridad de las mujeres. Pero si un texto legal es mejorable, se reconoce y ya está. La violencia sistémica contra la mujer es una realidad tan objetiva e irrefutable que no necesita de sobreactuaciones para señalarse. Reformúlese la ley, y hágase de manera que se obtenga con ella una maquinaria perfecta que no deje a ningún sinvergüenza y depredador sin castigar. Necesitamos potentes recursos legales, y no ajustes de cuentas basados en prejuicios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad La ley del 'solo sí es sí', Ayuso y la ilusión, etc.