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La diferencia entre nuestro olvidado Todos los Santos y nuestro reciente Halloween es que el primero es para encontrarse con los muertos y el segundo para espantarlos. No puede haber acuerdo. Los mexicanos, que lo conservan, hablan teniendo los dos pies en la muerte porque ... la vida es la anomalía; porque allí vale poco la vida como valió nada entre los antiguos españoles, que no temían perderla, aunque sí no aprovecharla intensamente. Brindemos, pues. Halloween, celebración cobardica tal como se entiende hoy, viene por el contrario de tenerle pánico a la muerte, de asustarla, que no llegue nunca, y lo nuestro era lo contrario, impavidez. Era.

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