![EL POETA Y PEDRO SÁNCHEZ](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/201811/11/media/cortadas/130980590--624x330.jpg)
![EL POETA Y PEDRO SÁNCHEZ](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/201811/11/media/cortadas/130980590--624x330.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Recuerdo, ahora que vuelvo a hablar con el poeta Luis Antonio de Villena, pletórico de inteligencia y de esa libertad para vivir como le ha dado la gana de la que ha disfrutado siempre, uno de esos extraños días en los que, por fin, llovía en Murcia, y con tanta insistencia que compré un paraguas y me encontré con que, como la vida es cruel, para una vez que llovía y que yo me compré un paraguas que a la hora siguiente ya había perdido, entre los desastres que nos deparó la tromba de agua se incluyó la desaparición de un marroquí. Con tanta gente que podría desaparecer, 'adiós bellacos, se acabó el dar tanto por saco', el que se esfumó entre las aguas, y perdió una vida ya le aseguro yo a usted que nada envidiable, una vez más fue el perro flaco e inmigrante.
Me compré un paraguas que perdí porque estaba calado hasta los tristes huesos, después de darme un paseo bajo la lluvia con el poeta madrileño -cuyo libro 'Mamá' te pone la piel de gallina-, él sí que bien amparado en un señorial paraguas, que yo compartí, del que hacía uso con tanta elegancia y finura que sobre su sombrero negro no se posó ni una gota, pero sobre mi cabeza común y el resto de mi cuerpo-ídem, se formó un océano para mí solo.
Menos mal que también me empapé, en mitad del torrente, de ideas que el poeta comunica con brillantez. «Convivimos con valores morales del Paleolítico», decía el escritor, pasional y complejo, incómodo para muchos e iluminador de caminos no trillados para otros. No parpadeas escuchándole renegar de discursos, soflamas, pregones y sermones, vengan éstos de quienes ocupan cátedras, escaños, púlpitos o cualquier otro espacio desde el que adoctrinar a la masa, que somos todos y que cada vez estamos más 'facilones'. De Villena escuchará, si acaso, los ecos que conservan los libros de los grandes maestros, el crujir de su propia conciencia siempre en ebullición y el sonido de sus firmes pasos indagando en busca de respuestas -y de placer, siempre el placer- en territorios que dejan huella.
Aquel día de lluvia no le parecía exagerado proclamar -y mientras lo hacía, a mí ya me llegaba el agua hasta el bazo- que nuestro mundo se va volviendo -más cada día- horrible. Oye, y ante nuestras propias narices tenemos hoy mismo las pruebas que lo acreditan. «En medio del horror, el crimen, la borreguismo y el atontamiento colectivos (manifestados, a veces, incluso bajo la máscara del optimismo), el sentido de la belleza, de la diferencia, de la disensión individualista -que no niega la solidaridad ni el socialismo- parecen una salvación tan necesaria, tan imprescindible, como -casi- utópica», me 'recitaba' hecho un príncipe bajo la lluvia, a paso lento para colmo de males del cuerpo de polo que se me estaba quedando.
De Villena, para quien «en el terreno de la moral ha habido en estos últimos años una regresión tremenda», cree que «alguien debe hoy alentar la rebelión. Para animar a disentir, para ayudar a que cada uno y cada una sea lo que quiere ser, y grite, y se enfunde de púrpura, atreviéndose a ser otro». Dicho queda.
Cuando se acabó el paseo, me recomendó: «Hay que luchar contra este modelo de convivencia, que se quiere imponer hoy, en el que todo tiene que estar bajo control, legislado, reglamentado...; eso no es humano. Lo humano es la espontaneidad, la creación, equivocarse». Vale, le dije yo convertido a esas alturas en una sopa boba. Hace unos días hablé con el por teléfono, y lo encontré brillante, divertido y en poder de una visión del presente cada vez más asfixiante, envuelta en decepciones y negros presagios. Y muy listo, consciente de que «los bárbaros lo llenan todo» y de que no hay que dejar escapar «los momentos fugaces de luz».
Está desencantando hasta el infierno de Dante, y más abajo, de la clase (?) política española y muy preocupado con el rumbo desnortado que está tomando el país. Partidario absoluto de que se convoquen elecciones generales ya, él, que ha sido votante del PSOE durante 30 años, lamenta que Pedro Sánchez, «quien, con tal de mantenerse en el poder, es capaz de cualquier cosa», esté cometiendo el gran error de apoyarse en partidos que «buscan la destrucción de España» y alejándose tanto de ser el «partido conciliador» que España necesita. Al PP -«está corrupto»-, y sobre todo a Podemos y a Pablo Iglesias -«es un señor estalinista, un auténtico peligro»-, los pone a caer de un burro; pero de un burro muy burro, olvídense de Platero.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.