¡No penséis en el 'pin parental'!
EL ECONOMISTA DEL INCONSCIENTE ·
La educación no persigue transmitir saberes exclusivamente, sino también habituar a los estudiantes a pensar de un modo críticoSecciones
Servicios
Destacamos
EL ECONOMISTA DEL INCONSCIENTE ·
La educación no persigue transmitir saberes exclusivamente, sino también habituar a los estudiantes a pensar de un modo críticoDesde un punto de vista racional, considerando el calado de los problemas que arrastra la educación en España, como es el abandono escolar temprano o los mediocres resultados en el informe PISA, resulta grotesco que la iniciativa conocida como 'pin parental' haya logrado monopolizar el discurso político nacional. Con esta propuesta, a cuya aceptación se ha subordinado la aprobación del Presupuesto de la comunidad autónoma de la Región de Murcia, Vox ha demostrado que, como sucede con los populismos de Trump en EE UU o Bolsonaro en Brasil, domina con soltura claves propias de las ciencias del comportamiento.
En una obra de gran impacto, George Lakoff, lingüista cognitivo de la Universidad de California, explica cómo los conservadores estadounidenses han ganado la partida política a los demócratas, empleando la denominada 'psicología del marco'. La idea es que el lenguaje no es inocuo, sino que evoca un cierto marco de referencia al que todos somos sensibles de una forma inconsciente. Cuando, por ejemplo, George W. Bush introdujo en su discurso cotidiano la expresión 'alivio fiscal', enmarcó con efectividad la idea de que la fiscalidad es una desgracia que debe ser aliviada, y que quien propugna ese alivio (la reducción de la carga fiscal que soportan los contribuyentes) es un héroe, luego quienes se oponen a sus loables intenciones son unos villanos. Una vez generado el marco, la iniciativa la lleva el proponente, yendo a remolque la oposición. Y lo peor que estos pueden hacer es argumentar en contra sin más, ya que eso mantiene vivo el marco de referencia instalado en las mentes de los votantes. Lakoff cuenta en la introducción de su libro cómo siempre les dice a sus estudiantes: «¡No penséis en un elefante!», y no ha encontrado todavía ninguno capaz de evitar pensar en el paquidermo. Como concluye Lakoff, «cuando negamos un marco, evocamos un marco».
Permítanme trazar otro paralelismo, en este caso en relación a las creencias pseudocientíficas. Para pasmo de algunos, entre los que me incluyo, resulta que hay personas convencidas de que la tierra es plana. Sin embargo, ya Aristóteles en el siglo IV a. C. afirmó que la tierra era esférica, observando cómo al alejarse un navío en el horizonte, primero se pierde de vista su casco, mientras aún puede verse el mástil y su velamen. No obstante, la 'física' aristotélica no respondía verdaderamente a cómo es la naturaleza, sino a cómo debería de ser, de acuerdo al conjunto de valores que más atractivos le parecían a Aristóteles. Así, el mentor de Alejandro Magno propugnaba, por ejemplo, que la tierra era el centro del cosmos, pese a que Aristarco, en el siglo III a. C., dedujo, a partir del análisis geométrico de la sombra que proyectaba la tierra sobre la luna durante un eclipse, que el sol era mucho mayor que la tierra, de modo que esta (más pequeña) orbitaría en torno al sol (más grande). Esta inferencia, por desgracia, sería sepultada durante siglos bajo el marco de referencia aristotélico, hasta que Copérnico diese su giro, postulando el modelo heliocéntrico, y Galileo lo avalara con sus observaciones astronómicas.
¿Qué hacer, entonces, para combatir un marco de referencia intuitivamente atractivo, pero profundamente falaz?
Según Lakoff lo primero es, efectivamente, «no pensar en el elefante». No hay que 'comprar' el término 'pin parental', porque al hacerlo se está aceptando el marco de referencia que pretende Vox (que no es sino un subterfugio para eludir explicitar lo que es en realidad, un veto de aquellas actividades complementarias que no sean del agrado de padres y madres, aun cuando formen parte de las propuestas curriculares de los centros escolares). En segundo lugar, no basta con señalar la falsedad de la premisa sobre la que se asienta el veto parental (a saber, que el lobby LGTBI 'adoctrina' a los escolares en las aulas), sino que hay que enmarcar eficazmente la verdad sobre el funcionamiento de los centros (esto es, que las actividades complementarias forman parte de su programa anual, el cual es aprobado en claustro y consejo escolar, donde están representados los padres y madres). Por último, hay que apelar a valores, no a tecnicismos. La educación no persigue transmitir saberes exclusivamente, sino también habituar a los estudiantes a pensar de un modo crítico. Y para ello, no hay que rehuir el debate en la escuela sobre los valores plurales que cimentan la convivencia en una sociedad democrática. Entre esos valores está el respeto a la diversidad, en todas sus manifestaciones, también la afectiva y sexual.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.