Un nuevo marco para el pleno desarrollo de la Región

Al comparar la estructura productiva regional con la media nacional, constatamos importantes fortalezas y debilidades. La agricultura, ganadería, selvicultura y pesca aportaban al VAB regional en 2007 el 4,50%, y la media nacional el 2,80%; en 2019 el 5,80% y la media nacional el 2,90%, y en 2020 (año de la pandemia) el 6,70% y la media nacional el 3,45%.

La industria regional (industrias extractivas, industria manufacturera, suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación) aportaba al total del VAB regional en el año 2007 el 17,10%, y la media nacional el 17,50%; en 2019 el 18,40% y la media nacional del 15,80%, y en 2020 el 18,09% y la media nacional el 16,09%, evidenciando la fortaleza de la industria regional incluyendo la energía.

La construcción aportaba al total del VAB regional en el año 2007 el 13,90%, la media nacional el 11,70%; en 2019 el 6,70% y la media nacional el 6,50%, y en 2020 (año de la pandemia) el 6,20% y la media nacional el 6,22%.

En la aportación al total del VAB regional de los servicios públicos: Administración pública y defensa, seguridad social obligatoria, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales, aportaba en 2007 el 17,40% y la media nacional el 16,20%; en 2019 el 19,40% y la media nacional el 18,00%, y en 2020 (año de la pandemia), el 20,79% y la media nacional el 20,53%.

Los servicios a la venta, que cada vez más se conforman como el principal motor del desarrollo social y económico, incluyen las actividades de comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos de motor y motocicletas, transporte y almacenamiento, hostelería, información y comunicaciones, las actividades financieras y de seguros; en las actividades inmobiliarias, las actividades profesionales, científicas y técnicas, actividades administrativas y servicios auxiliares; las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, reparación de artículos de uso doméstico y otros servicios. Su aportación al total del VAB regional en el año 2007 era del 64,50% y la media nacional del 68,00%; en 2019 el 69,10% y la media nacional el 74,80%, y en el año 2020 (año de la pandemia), el 69,01% y la media nacional el 72,24%. Si no consideramos el año 2020 por los efectos de la pandemia, se evidencia la debilidad de la Región en los servicios a la venta, evidentemente condicionado por el continuo retraso en su incorporación a los grandes ejes de comunicaciones portuarios y ferroviarios.

Como recoge, muy acertadamente, el director de LA VERDAD, Alberto Aguirre, en su Primera Plana del 13 de noviembre, cumplir los compromisos contraídos con la Región deben ser una absoluta prioridad, y no pueden quedar a lo que decida Madrid. En este sentido quiero rememorar un hecho sobre el presidente Valcárcel, ante la posición del Ministerio a desdoblar a largo plazo la N-301 con Albacete, a pesar de que los informes de la Cámara de Comercio de Murcia demostraban la conveniencia y rentabilidad de una nueva autovía.

Como el presidente Valcárcel en la campaña había comprometido su realización ante su absoluta necesidad, solicitó una reunión con el ministro Rafael Arias Salgado, a la que tuve el honor de acompañarle, como comisionado del Gobierno regional. En ella el presidente Valcárcel le indicó al ministro la situación de la Región y la vital necesidad de la autovía, y que, si era necesario, la Región asumiría el pago de los intereses de su adelantamiento. El Ministro le pidió una semana para estudiarlo y le llamó en la siguiente semana confirmándole que había dado orden de la realización del proyecto para su ejecución.

El sector de mayor potencialidad de desarrollo tanto en la Región como a nivel nacional lo constituyen los servicios a la venta, un sector en el que la Región no solo no ha conseguido alcanzar la media nacional, sino que el diferencial negativo ha pasado de los 3,5 puntos de 2007 a 5,7 en 2019, confirmando la necesidad de un nuevo marco de desarrollo regional.

Acordado entre partidos políticos y los gobiernos regional y nacional, sindicatos y empresarios, para impulsar los servicios y la industria y hacer de la Región un polo de atracción de inversores y talento, conscientes de que sin un acuerdo por la Región no será posible poner en valor todas sus potencialidades, y por tanto, derribar los muros que han condicionado y siguen condicionado su desarrollo, para situar a la Región en el entorno de la media nacional en el horizonte de 2030.