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No tienen ninguna gracia

Dicen que Murcia ha ocupado el puesto de Lepe, la localidad onubense, que por alguna razón fue objeto de chistes similares durante varias décadas

Jueves, 6 de febrero 2020, 00:27

Nunca he sido de contar chistes. Se me ha dado mal toda la vida, no recuerdo los que me cuentan y me hacen gracia y, si los cuento yo, nadie pestañea. En fin, que debe hacer décadas que no he contado un chiste. Y justamente hoy voy a romper esa racha aquí con ustedes. Estoy dispuesto a contarles de seguido varios chistes de murcianos que circulan por ahí. Lo cierto es que tengo a mi disposición cientos de ellos en internet. Aquí tienen cuatro ejemplos que he elegido al azar:

«Descubre a los 20 años que vive en Murcia, pero sus padres se lo ocultaban».

«La solución más diplomática al tema de Gibraltar es que les demos el cambiazo por Murcia».

«En Murcia no pedimos la independencia porque seguro que nos la dabais sin pestañear...».

«Dime algo divertido que hacer en Murcia. Salir de allí».

Será que me estoy volviendo un tiquismiquis, pero qué quieren que les diga, los chistes, memes y chascarrillos sobre Murcia y los murcianos, que circulan últimamente por toda España, no me hacen ni pizca de gracia. Y como pueden imaginar, los ejemplos que he elegido son de los que se pueden reproducir en horario infantil. Pueden imaginarse el tono de muchos otros. La mayoría de estos chistes son bastante malos y simples. Se basan en ridiculizar a otros, los murcianos, a los que se presenta de tontos o paletos para, supongo, tapar las propias carencias.

Ya sé que no todo el mundo aquí está de acuerdo conmigo y dicen que lo mejor es tomarse el asunto con sentido del humor. He hablado en ocasiones con políticos de la Región que no le dan importancia, e incluso sugieren que esto puede tener algún punto positivo ya que aceptarlos nos reporta un cierto halo de gente maja o enrollada. Yo no le veo ninguna ventaja, me parecen insultantes y quisiera entender las razones de esta situación.

Dicen que Murcia ha ocupado el puesto de Lepe, la localidad onubense, que por alguna razón fue objeto de chistes similares durante varias décadas. Lo cierto es que Murcia no solo ha sustituido a Lepe, sino que claramente ha ampliado las áreas por la que los leperos eran ridiculizados. En Lepe, se parodiaba a sus supuestamente tontos y paletos habitantes. En Murcia, además de eso, se parodia su clima, sus costumbres, su idiosincrasia y de alguna manera todo lo que tiene que ver con la Región. Incluso he visto algunos de estos chistes en los que se sugiere que cualquier cosa que pueda opinar un murciano es una estupidez.

Y por supuesto, se hacen gracias a costa de los problemas que sin duda tiene la Región de Murcia. Ya saben la tendencia del ser humano de burlarse de los más menesterosos. Lamentablemente, estamos a la cola de España en riqueza por habitante, en resultados en educación y sanidad y, para colmo, sacudidos por desastres medioambientales que bien conocen. Todo esto proporciona sin duda buena gasolina para los desocupados creadores de chistes. Y también, para los profesionales que los propagan por los medios. Curiosamente en barra libre, porque en estos tiempos donde todo el mundo tiene la piel muy fina y se siente ofendido por lo más mínimo, han encontrado un filón de aparente complacencia en un millón y medio de personas (murcianos, para más señas) de los que se puede decir cualquier cosa. Y gratis. Además, hasta parece que se lo toman bien, y se ríen.

Este estado de opinión, pintando a la Región como un esperpento, tiene malas consecuencias. Aumenta el estereotipo de un lugar atrasado al que no merece la pena ir. En realidad, esto no es nuevo y ya lo veníamos arrastrando desde hace tiempo. Recuerdo que hace más de 20 años, cuando recibía visitas de personas de otras partes de España y del mundo, que no conocían Murcia, todos sin excepción me decían: «Oye, pues Murcia está bien, ¿no?». Probablemente, sus expectativas era encontrar algo horrible y lo que veían les parecía razonable. El efecto sobre el turismo y los potenciales visitantes es obviamente negativo.

Y qué les voy a decir con los productos locales, en especial aquellos que son de alta tecnología o tienen cierta sofisticación. ¿Quién querría usar un aparato del que dependa su salud si está hecho en Murcia, donde todos deben ser unos zoquetes?

¿Pero es posible hacer algo para frenar y revertir este despropósito? No tengo una varita mágica, pero si cada uno de nosotros dejara de propagar esos chistes, mostrara su desagradado públicamente y los replicara, creo que algo ganaríamos. Otros quizás piensen que esa reacción es una muestra del 'quien se pica, ajos come'. Pero creo que eso es siempre mejor que 'el que calla otorga'.

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