Narrativas a tope

Savater describe que la realidad es aquello que nos ofrece resistencia. Como resiste al manoseo, preferimos relatos maleables a voluntad... del relator. Deseados guiones por nuestro mando a distancia. Así, se nos rompió el 2021 de tanto ansiarlo. Corríamos a sus brazos para olvidar el 2020 mirando el retrovisor y nos dimos de bruces con la realidad que ignora calendarios.

Topamos como aquel director general del gobierno riojano que, en nochevieja, pasado el toque de queda, estampó su flamante BMW. Al cabo, el relato sepultó en el olvido aquel 'Sojuela Gate'. Dimitir es nombre ruso y cesar, romano. Pero al despertar, aquel BMW seguía encastrado. Trump, jugador de Scattergories, bronceado con narrativas de pulpos de compañía, constructor de 'alternative facts', alentador de revoluciones del Planeta de los Simios en el Capitolio, topó con la realidad de la playa de su vergüenza, hincando la rodilla como Charlton Heston.

En verano, nos lanzaron a recuperar el turismo con narrativas de vencedores de pandemias. En Navidad nos pertrecharon de narrativas para salvarla. Pero la tercera ola con cepa británica nos arrolla hacia la reclusión domiciliaria y nos ofrecen un giro de guion. En un perpetuo apenas-serán-dos-o-tres días de la marmota, se socializan culpas: vivimos por encima de nuestras posibilidades, veraneamos de más y disfrutamos la Navidad más de lo recomendable. ¿Creerá el surfista de olas que todos somos de su condición? Quizá el maya del calendario apocalíptico fuera disléxico porque en solo una semana añadimos a 'Filomena' que nos helaba y bloqueaba discutiendo relatos de palas y podencos. Aparte, descubrimos que el IVA es facha o intocable según quién gobierne; aquel máster sin cremas Cifuentes topa con el testimonio, ante el juez, de la firmante amenazada; ERE topa con 30 millones desviados a UGT por un secretario de Estado de cuando Zapatero; descogobernanzas con incidencias desatadas.

Los gobiernos de coalición encierran su propia oposición como Corleone mantenía cerca a sus enemigos. Mientras unos relatan malabares ante Europa, otros los ponen en evidencia como niños que señalan el truco del mago, filtrando debates y exiliados que contraponen a ministros desasistidos de narrativas propias frente a entrevistas reales. Qué lejos queda el relato 'happy' de Quintos de Mora. Aquí, en la Región, tirando de la manta del orden de vacunación, los protocolos se resquebrajan ante criterios poco defendibles políticamente. La portavoz aprovecha para alzarse contra el consejero socio, significándose útil ante el Titanic del propio partido, y logra su dimisión. A pesar de su buena gestión ante la pandemia, los errores políticos se pagan. Pero cuesta entender que la calamitosa gestión de la vicepresidenta no merezca igual relato. Las narrativas suelen deslizar múltiples raseros hasta que topan con la resistencia obstinada de la realidad.