Memorias de 'Phil'

Aquel gentío irrumpiendo en la paz de aquella explanada nevada de Pensilvania despierta a la marmota 'Phil' en su madriguera. Somnolienta, alza su hocico preguntándose qué justifica tan horrible interrupción de su letargo. Legañosa y con una profunda respiración, más cargada de resignación que de aire, recuerda que ha pasado un año entero. Anualmente, aquellos extraños se congregan allí con el afán incomprensible de averiguar cuántas semanas quedan de invierno.

Al principio, encontraba gracioso ese folclore litúrgico, pero cada vez se le antoja más tedioso. Juzga estúpida esa tendencia humana de buscar falsas señales. Piensa que no existe otro animal tan irracional y supersticioso. Tan capaz de albergar historia como histeria. Teme salir un día a aliviarse y que anuncien apocalipsis. Medita las palabras de Edmon en el Rey Lear: «La estupidez del mundo es tan superlativa que, cuando nos aquejan las desgracias, normalmente producto de nuestros excesos, echamos la culpa al sol, la luna y las estrellas». Entre reflexiones, recuerda algo exótico del año pasado. Un señor portaba un ejemplar de LA VERDAD con noticias de un país imposible y rocambolesco, España. 'Phil' se anima con la esperanza de ver otro ejemplar que le revele nuevas del año.

Sale. Le sorprende tanta mascarilla, pero la rutina persiste. Busca y ¡eureka! Allí está el ejemplar. Todos piensan que mira su propia sombra. En realidad, ojea LA VERDAD. Descubre preocupada la devastadora pandemia. Agudiza la vista sobre las noticias de España. Persisten los 17 descontroles de taifa. Otra vez, mesa de negociación y fábula 'indepe' con elecciones catalanas. El derecho a decidir que solo unos tengan derecho a decidir y a excluir. Verdugos disfrazados de víctimas. Mucha bandera para cubrir vergüenzas y corruptelas propias. «Espanya ens roba» como coartada. Relatores malabaristas que disfrazan tiranías como progresistas. Andorra, paraíso de 'youtubers' y de olvidados 'expresidents' que sacuden 'branques i nius'. Partidos que juegan al despiste: ahora no, después sí. Partidos centrados en su alpiste, metidos en su 'kitchen'. Ese del que usted me habla, de papeles de ese otro del que otros hablaban. Sedes en B. Revolucionarios de piscina y niñera de altos cargos, con patente de corso heteropatriarcal jugando al poli bueno y malo, de oposición siendo poder. Y Europa enredada en su burocracia. Si el virus se parase con papeleos serían los más sanos.

'Phil' comprueba decepcionada que el mundo ha cambiado pero aquel país exótico sigue igual. Nada nuevo. Atrapados en el tiempo. Repitiéndose en un purgatorio de Dante. Bosteza. Mira a los presentes que proclaman 6 semanas más de invierno. Sabe que solo acierta un poco menos del 50%, pero le consuela acertar más que el portavoz de la pandemia en España. Esboza una sonrisa y vuelve a su madriguera. Otro año será.