Medicina de precisión con perspectiva de género
PRIMUM NON NOCERE ·
No solo se ha de pensar en las diferencias biológicas por sexo, sino en todos los factores sociales, económicos y culturales que son determinantes en las enfermedadesSecciones
Servicios
Destacamos
PRIMUM NON NOCERE ·
No solo se ha de pensar en las diferencias biológicas por sexo, sino en todos los factores sociales, económicos y culturales que son determinantes en las enfermedadesLa salud es un bien y un aspecto básico en la vida de las personas. Cada individuo es único e irrepetible y la ausencia de ... salud, el proceso de enfermar, se vive de forma diferente. No es lo mismo enfermar durante la infancia que en la adolescencia o en la madurez, o cuando ya se han sumado muchos años a la vida. Tampoco las enfermedades se manifiestan igual en las mujeres y en los varones.
Globalmente, en todos los países del planeta, el impacto del sexo biológico es un hecho que se comprende, pero que, a pesar de ser evidente, tradicionalmente no ha sido estudiado, a excepción de las enfermedades reproductivas y propias de cada sexo. Sin embargo, el espacio, la cultura, los papeles atribuidos a cada sexo, la educación o el nivel socioeconómico, entre otros, son factores que influyen directamente en la enfermedad y cómo esta se expresa en cada persona. Estos aspectos, que son más importantes y evidentes en la enfermedades crónicas y no transmisibles, también se ha evidenciado durante la pandemia de la Covid-19.
Sexo y género. No todas las diferencias entre hombres y mujeres pueden ser atribuidas al sexo biológico y mucho menos en salud. Por sexo entendemos las diferencias biológicas entre individuos en base a sus cromosomas y, por tanto, su anatomía, fisiología, metabolismo y procesos dependientes. El género se refiere a las actitudes, comportamientos, modos y formas de cada persona desarrollados en base a factores sociales, culturales y económicos. Sin confundirlo con la identidad de género, que también debe ser tenida en cuenta en la forma de enfermar y sanar, el género es dinámico y cambiante dependiendo de las condiciones y del contexto; el género se crea (y se recrea) desde que nacemos, a través de las interacciones sociales, de la cultura y de los condicionantes económicos. Se ha demostrado que, más allá del sexo biológico, el género es determinante en la incidencia, la sintomatología y la tasa de mortalidad. Más aún, el género es crucial en las tasas de morbilidad, es decir, en seguir vivo o viva, pero padeciendo enfermedades crónicas que disminuyen la calidad de vida y el bienestar.
Medicina de precisión. La medicina de precisión será una realidad para toda la sociedad en pocos años. Estudiar las características del proceso de enfermar en base a las interacciones celulares, moleculares y genéticas de cada individuo conseguirá no solo tratar enfermedades sino prevenirlas al conocer los riesgos de cada sujeto. No obstante, esa medicina deberá tener presente la perspectiva de género. Esto significa que no solo se ha de pensar en las diferencias biológicas por sexo, sino en todos los factores sociales, económicos y culturales que son determinantes en los mecanismos de las enfermedades, así como en la forma de enfermar, de sufrir el proceso y de enfrentarlo. Es la medicina basada en la persona, más allá de la medicina basada en los pacientes: las personas que enferman y sufren con sus propias características de vida y con sus circunstancias personales, como ya apuntara don José Ortega y Gasset: «Yo soy yo y mis circunstancias». En las historias clínicas (con protección de datos) se deberán conocer más datos personales sobre esas circunstancias y no solo referencias biológicas.
Una nueva visión. Como tradicionalmente la salud y la enfermedad se ha estudiado con una visión antropocéntrica masculina, es preciso hacer hincapié para reconocer la importancia que tienen los factores de género en la forma de enfermar de todos los individuos. Los objetivos de la agenda de desarrollo sostenible del planeta no se cumplirán si no existe igualdad de género también en salud. Para construir una verdadera sociedad del bienestar es imprescindible tener presente la perspectiva de género con el fin de transformar las vidas de todas las personas.
Aprender a reconocer el impacto de género en la salud de cada paciente en particular es el primer paso de la medicina de precisión. Integrar la perspectiva de género en la medicina de precisión aumentará la eficacia y la eficiencia consiguiendo mayor seguridad, disminuyendo los efectos adversos y mejorando la salud de todos los ciudadanos independientemente de su condición, bien sea la edad, el sexo biológico, la orientación sexual o las capacidades diferentes. Solo así se conseguirá la verdadera equidad en salud universal venciendo las disparidades.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.