
Destellos de Antonio Garrido
La Vereda del Capitán ·
Ideas sobre la capacidad de sublimación de los artistas a bordo del Tren de la CulturaSecciones
Servicios
Destacamos
La Vereda del Capitán ·
Ideas sobre la capacidad de sublimación de los artistas a bordo del Tren de la CulturaEn la segunda edición del Tren de la Cultura de LA VERDAD, una experiencia que permitió abordar el mundo del arte en un viaje en ... AVE de ida y vuelta a Madrid, visitar el Museo del Prado y la Feria de Arte Contemporáneo ARCO, el filósofo Antonio Garrido, el cronista (no) oficial de la vida cultural de la Región de Murcia, con su facilidad para compendiar en cuatro o cinco párrafos intervenciones enciclopédicas, tuvo el honor de pronunciar la ponencia de clausura. Fue a la vuelta, a media hora del destino, cuando Garrido tomó la palabra y pudo compartir algunas ideas que me resultan bien interesantes para recoger de alguna forma aquí.
El sentido de la vida. Dijo Garrido que el sentido de cualquier cosa es su propósito, si una cosa no tiene objeto nos puede parecer inútil. Pero, ¿a la vida le podemos hacer esa misma pregunta? «El sentido de la vida», según el filósofo, «es que sentido no es propósito ni destino, es participio pasado del verbo sentir. La vida es sentimiento». Sin salud, la vida no tiene sentido subjetivamente; amar y ser amado, sería la segunda dimensión. Y luego estaría tener un propósito. «Los artistas son vehículo de las tres dimensiones. Sin salud no pueden darnos su creatividad, nos dan amor y les amamos, y tienen un proyecto. La vida cobra sentido de forma ejemplar a través del arte. Los artistas viven de forma elocuente, ejemplar... la vida, con sus limitaciones». A Garrido el arte contemporáneo le produce gran perplejidad, pues no encuentra criterio para clasificar el asunto. Cree que estamos ante «un sindiós» en sentido metafísico: «El artista contemporáneo, una vez que ya no mira para arriba, mira alrededor, y de ahí viene el desconcierto, pues mira al mundo».
Compromiso. Para Garrido, el arte contemporáneo es compromiso, y en ARCO lo echó de menos. «El mundo nos exige compromiso, y los artistas son los llamados a expresar ese compromiso». Y todo eso lo hace, apuntó, con un fenómeno explosivo: la capacidad de sublimación. «Los artistas subliman las herramientas con las que la naturaleza nos permite sobrevivir. Ejemplo: la vista permite ver el peligro de día. El oído es para advertir el peligro de noche. El olfato y el gusto son para evitar lo venenoso y lo ponzoñoso. Y el tacto es para sortear dos extremos que perjudican la vida humana: el exceso de calor y el exceso de frío. Los artistas convierten esas herramientas para la supervivencia en artes plásticas, en música, en poesía, en 'MasterChef', en perfumería y en sexo sin reproducción». ¡Sublimación!
Temor. Garrido fue aplaudido, aunque temió que le dieran cicuta, «como a Sócrates», por corromper al pasaje con cavilaciones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.