'Living' en la Luna

Ya hay fecha: 2040. Solo faltan diecisiete años para que la NASA levante el primer enclave humano fuera de nuestro planeta. Será en la Luna y no utilizarán ni picos ni palas, solo impresoras 3D y el polvo lunar como cemento. Lo han contado en 'The New York Times' y así a priori parece un sueño, pero hacer de esta inhóspita superficie hasta arriba de cráteres un lugar habitable, no sé a ustedes, pero a mí me suena a ciencia ficción y serie de Netflix.

Ni la más remota idea de en qué lugar exacto pensaba el escritor Ray Bradbury, sí, el de 'Crónicas marcianas' y 'Fahrenheit 451', cuando aseguraba que nosotros somos los marcianos, el hombre del futuro es un viajero espacial y solo viviremos eternamente cuando nos reguemos por el Universo. Porque plantar el huevo en la Luna, complicadísimo lo veo: sin atmósfera que la proteja allí los 127 grados al sol matan más que queman, ni qué decirles de los -173 en su núcleo interno que es de hierro. A estas inhumanas temperaturas se suma el fregolito lunar, el polvo que dejan al chocar los meteoritos y que utilizarán como material de construcción ante la imposibilidad de hacerlo con cemento, ese mismo que si se te mete en los pulmones, date por muerto.

Ni por esas ni por estas los norteamericanos se dan por vencidos, ellos, erre que erre. Esta semana han contado que la primera colonia lunar estable estará ubicada en el polo sur del satélite donde la luz es casi permanente y los rayos, al llegar con mucho ángulo, queman menos. El lugar exacto será junto al borde del cráter Shackleton. Se cree que hay agua cerca, y lo primero que construirán será una plataforma de aterrizaje y lanzamiento. Luego llegarán las carreteras, las estructuras no presurizadas como garajes y hangares y, posteriormente, las viviendas levantadas por robots con estructura de arcos de medio punto impresa en 3D y una cámara intermedia entre el interior y la fachada para garantizar el aislamiento. Cada unidad asemejará una jaima africana de tres piezas: casa, oficina de telecomunicaciones y espacio para aparcar el vehículo en el que se muevan. Visto lo visto, destierren la idea de libros y películas de un mundo para el ser humano de ensueño: vivir en la Luna será cuestión de supervivencia.

Si alguna vez el hombre consigue nacer, vivir y morir allí yo ya estaré bajo tierra. Mientras, seguiré aquí abajo en lo mío y en lo de los míos, todo lo demás cada vez me importa menos. Y ojalá tenga el mar siempre cerca para meter la cabeza, aunque sea en el agua helada: es lo que me cura tristezas y cabreos.