La película del domingo noche

Uno se pregunta, lo primero de todo, si era lo más adecuado para este domingo por la noche. Y, segundo, con qué intencionalidad se emitió semejante filme. Se trata de una buena película desde el punto de vista cinematográfico, eso no se puede negar. Pero es durísima. ¿Era lo más apropiado para cerrar una jornada, en la que los medios se habían explayado emitiendo imágenes tristísimas, acerca de lo que está sucediendo en Ucrania?

Si acaso no cayeron en la cuenta de que 'Hasta el último hombre' podría resultar inoportuna, no parece que en Televisión Española estén muy al loro de la repercusión de los programas. Y si eligieron el filme a propósito, uno duda de que fuese lo más adecuado de ver antes de irse a la cama. Acepto que, bien mirado, este peliculón con tantísimos pasajes que 'pueden herir la sensibilidad del espectador', es antibelicista. Lo digo porque defiende la objeción de conciencia del soldado protagonista.

No se trata, sin embargo, de un objetor al uso, sino de un muchacho que, aun cuando se obstina en no tocar siquiera un arma, está empecinado en ir al campo de batalla como sanitario. Su comportamiento en la lucha contra los japoneses es heroico, recogiendo y curando heridos, como se le reconoció a su vuelta a Estados Unidos, pues la peripecia cinematográfica está basada en hechos reales.

Entonces, ¿qué? ¿Estuvo bien La Uno, visto que el mensaje era francamente positivo? ¿Estuvo mal, ya que un setenta por ciento consistió en una recreación absolutamente brutal, por realista, del enfrentamiento entre seres humanos? Yo no me aventuro a decir ni que sí, ni que no. Tengo mis dudas. Solo me atrevería a opinar si estuviese dentro de la cabeza de quienes nos 'educan' desde la tele.

(Anoche, La Dos emitió otra película belicista).