Los invacunados protestan
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La Sanidad debe ofrecer una rigurosa contabilidad diaria, sobre quiénes sí y quiénes todavía noSecciones
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La Sanidad debe ofrecer una rigurosa contabilidad diaria, sobre quiénes sí y quiénes todavía noEl volumen tan enorme de información Covid que nos inoculan a diario (a través de los medios) hace que al final te enteres de poco ... o nada. Únicamente lo que te llegue con medida, bien administrado y bien dicho, servirá para mayor y mejor conocimiento de lo que nos está pasando.
A diario recibimos datos sobre nuevos infectados, ingresos en los hospitales (concretamente en la UCI) y personas fallecidas. Si bien en esto último se explayan menos. Debe de ser para no asustarnos. Pero sobre las vacunaciones hablan poco. Hasta el punto de que llamas al centro de salud y parecen sometidos a no se sabe qué férrea censura. Lo único que te dicen es que estés tranquilo, pues todo se andará. Esto ha dado lugar a la figura del invacunado, que clama en el desierto sobre el dónde y el cuándo.
Un mutismo tan cerrado y desconcertante genera ansiedad. Conforme eres más viejo, más ansiedad. Y si padeces lo que llaman 'patologías previas', no conseguir noticia allí donde estarían obligados a dártela te molesta, desanima y cabrea. Y entones llegas y supones: «Estos no tienen vacunas y por eso responden con evasivas». Finalmente se agarran al famoso: «Vuelva usted mañana», de Larra.
La vacunación debería someterse a una rigurosa y diaria contabilidad, para que sepamos a qué atenernos. Tendrían que decirnos a cuánta gente vacunan cada día. (Y con detalle, para que la información tuviera enjundia). Los datos mostrarían el número de vacunados en total, la procedencia de los viales, a cuántas personas vacunaron el día anterior, expresado mediante franjas de edad y condición...
–¿La condición también?
¡Hombre, claro! Si eres docente, bombero o meramente anciano. Y si es que callan porque no hay vacunas, que lo digan, joder. Y si saben cuándo las tendrán, que nos lo hagan saber. ¿Es que nos toman por idiotas? ¿Es que no va a ser posible separar nunca la política (o la politiquilla) de la verdad de las cosas? ¿Por qué tienen que marear a los invacunados desde las movedizas instancias?
Dejen ya de aleccionar al telefonista del centro de salud, para que se quite de encima a todo aquel que se atreva a preguntar.
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