Cuidadito con estos dos
LA ZARABANDA ·
Existe un temor justificado a que Boris Johnson intente sacar a bailar al vergonzoso Vladímir PutinSecciones
Servicios
Destacamos
LA ZARABANDA ·
Existe un temor justificado a que Boris Johnson intente sacar a bailar al vergonzoso Vladímir PutinEsta es la hora, todo hay que decirlo, en que ignoro por completo cómo habrá quedado el peligroso encuentro entre Johnson y Putin.
–¿Por ... qué peligroso?
Pues, hombre, porque son dos caracteres que están en la antípodas el uno del otro. Y menos mal que, según lo previsto, no se verán presencialmente. Boris, eso sí, se iba a desplazar ayer a la mortificada Ucrania. Y desde allí llamaría al pequeñín por teléfono. La idea era convencerlo para que no sea capullo. Que retire cuanto antes de la frontera todo lo que ha llevado hasta allí, entre hombres y material bélico.
–Y los contrarios, ¿qué? –salta un prosoviético de aquí de Murcia.
Tres cuartos de lo mismo. Y los de España, los primeros. ¿Qué pintan tan lejos de la Patria los cuatro barcos que tenemos? Y, desde luego, el pedazo de submarino ese que están probando en Cartagena, ni tocarlo. Supongo que doña Margarita (que es lanzada, pero precavida) tendrá en cuenta que semejante chisme, que ha costado un pastón, no debe salir de aguas menores.
–¿Cómo es eso de menores?
Quiero decir de nuestras propias aguas. Si lo de Boris y Putin hubiera acabado en concordia, ninguna necesidad tendríamos de preocuparnos. Pero qué sabe nadie. Las formas de uno y otro son disímiles.
–¿Mande?
Me refiero a que son diferentes. '¡Very, very, different!'. Imagínate que llega el británico con sus bromas y ganas de fiesta. Y se le ocurre, qué te digo yo, aunque sea por videoconferencia, sacar a bailar a Putin. Digamos una polka, que es música de la zona. Seguro que el ruso no solo se resiste, sino que mandará traer un misil de esos de largo alcance, y entonces la hemos jodido. Ya sabemos cómo es el ruso. No se ríe ni aunque le apliques un abrelatas. Acabo de confirmar por el periódico que el viaje de Boris a Kiev fue por fin ayer martes. A pesar de estar molido después de tantas fiestorras en Downing Street.
Por lo visto se atizó ocho orfidales, para poder así acudir a lo de Putin algo más sosegado. Y el whisky, ni catarlo, ¿estamos?
¡Señor, qué cruz de hombre!
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.