Ni las castañas siquiera
LA ZARABANDA ·
Enseguida se ponen duras, no se les cae la piel y abundan las enfermas de azulSecciones
Servicios
Destacamos
LA ZARABANDA ·
Enseguida se ponen duras, no se les cae la piel y abundan las enfermas de azulCiertas castañas de hogaño no constituyen apaño, que dijo aquel.
–¿Quién es aquel?
Pues qué sé yo. La tradición oral misma. O alguna persona ... docta. Qué más da. Lo cierto y verdad es que, al menos las que han llegado a mis dientes, no alcanzan el mínimo exigible tocante a su calidad. No son como aquellas de antiguamente, que parecían pequeñas ubres morenas por fuera, lechosas por dentro, con un dulzor no excesivo, aunque suficiente.
Las que hemos mercado para la casa parece como si estuvieran tocadas por la Covid, pues no otra explicación encuentro. Ha pasado poco tiempo y están ya revenías. Arrugadas, empequeñecidas y, demasiadas de ellas, afectadas del típico color azul negruzco, indicativo de que están afectadas por la enfermedad. Tras la afectación tan reseca que digo, esperaba yo que, como compensación, se despegase fácilmente la molla de esa peladura marrón que la recubre. Pero que si quieres arroz, Catalina. El caso es que te la tienes que comer con esa mácula. Debido a ello, la sensación que te acude a la boca resulta áspera de más.
En otro tiempo, las castañas –y más aún la castañera–, junto con las Ánimas Benditas, señalaban el inicio del acontecer navideño. El frío se presentaba en su momento (no como ahora que todo lo ha despendolado el cambio climático), ayudándole a la castaña a crear ambiente. Como salgo poco, por la edad, ignoro si la castañera de la Gran Vía, entre Cajamurcia y Galerías Preciados...
–¡Joder, qué antiguo es usted!
Bueno, vale, no le diré que no. Pero, en la crónica murciana, esos dos entes o entidades marcaron un hito. Y fueron marco de nuestras vivencias. Decía que la castañera habrá logrado hacerse de buenas castañas, pues estas mías tampoco valen para asadas. Habrá, pues, que echarse a la calle. Por gustarlas en estas fechas tan propicias. Para quienes estamos con un pie en el huerto, tanto la mandarina como la castaña huelen y saben a Belén de Salzillo. La postmodernidad (esa que calza zapatillas tipo bambo en las alfombras rojas) quizás desprecie estas aficiones de carácter primitivo.
Pero, en fin, cada cual a lo suyo y turrón para todos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.