Todos besaron a la novia

–Casado se enfadará si persistieran en el desacuerdo, pues oponerse entrambos es inmiscuirse en la que suponemos vocación del jefe.

Es lo mismo que pensaba decir yo. No conviene pelearse entre amigos, ya que con ello se beneficia al enemigo.

–Al adversario, dirá usted.

Bueno, sí. Dejémoslo, si le parece al lector, en adversario/enemigo. Tenemos que Adif (que es la que manda romana en el follón ferroviario en el que anda Murcia metida) ha decretado que la estación de Archena sea términi. Quiero decir punto de salida y regreso en los viajes a Madrid por la ruta de toda la vida. Sabido esto, el consejero ha puesto el grito en el cielo, diciendo que eso es sangrante: «Otro ataque, otro despropósito más». Añadiendo, muy coloquialmente, que «son ganas de fastidiar».

Todo eso lo ha dicho, estoy seguro, sin ánimo de molestar a la alcaldesa archenera. Pero eso no ha impedido que la dama se sienta aludida. Y para mal, visto que se la ve muy mohína. Así es que le ha replicado que «Archena o cualquier otro municipio con estación ferroviaria tiene derecho a ser estación término con Madrid». Estamos ante una pelea entre iguales, que seguramente habrá conmovido los cimientos de la sede madrileña (y por lo tanto principal) del PP.

Como hogaño dicen 'coño' incluso en sede parlamentaria, Casado le habrá inquirido a su segundo: «¡Coño, Teodoro! ¿Cómo es que se están peleando entre ellos los mismos nuestros de Murcia, en lugar de lanzar los dardos hacia Moncloa, que es lo que está escrito?». El bueno de Teodoro lo achacará a nuestros ancestros. Y traerá a colación (para una mejor ilustración del jefe) a Vicente Medina, Jara Carrillo, el cardenal Belluga, Saavedra Fajardo y Manolo el del Bombo.