Ardor guerrero

La cuestión es que, comoquiera que los negociadores llevan ya demasiado tiempo mareando la perdiz y todo es boquilla, la gente de los alrededores, que somos multitud, estamos más que escamados. Sabemos que el problema de Ucrania, por sus características de ubicación estratégica y talante de quienes discuten, se les pudiera ir de las manos a estos genares.

–No sería la primera vez.

Puede usted decirlo muy ato. La verdad es que este servidor, como tantos millones de servidores en el mundo, teme que se les vaya primero el temperamento y luego la escopeta, y monten lo que no está escrito. Ya dice el Libro que por sus gestos los conoceréis. Comoquiera que el anciano Biden ha echado el cierre, los temores han ido en aumento. El primero en asustarse, como ocurre siempre, ha sido el dinero. Las Bolsas mundiales, nada más apercibirse de que se largaban los americanos, se han esfurriado.

Y en esas andamos. Si a los gestos vamos (aludo a los del rostro), el de Putin es el peor de todos. Pero, después de las prisas mostradas por el americano (a pesar su carica de no haber todo un plato en su vida), el mundo del dinero se está tentando la ropa. Las preguntas son las siguientes: ¿Cómo están de ardor guerrero los dialogantes? ¿Sienten ganas de joder a los pueblos o todo es teatro en el escenario de las conversaciones?

Caso de que algún lector sepa (o cuando menos sospeche) si duermen bien por la noche estos personajes que mueven los hilos, le ruego que me lo diga. Yo creo que los muy cínicos lo hacen a pierna suelta. Si de verdad les inquietara lo que está pasando, habrían acabado ya con las existencias de orfidal.