El valor seguro de la empresa familiar

Estas, casi siempre, vienen de la mano de valores que nos definen. Entre ellos, compromiso, responsabilidad o estabilidad. A esta fórmula incorporamos también capacidad para crear empleo de calidad que permite que el talento se quede en casa, para impulsar el desarrollo económico y social o para apostar por una innovación que tiene un impacto beneficioso para toda la sociedad.

La unión de todo esto, como podrán adivinar, tiene nombre propio: la empresa familiar. Compañías implicadas con el lugar en el que nacimos y en el que queremos seguir. Que miramos al futuro sin dejar de trabajar en el presente. Y que hemos demostrado que, en los momentos más complejos, somos la mejor garantía.

Ante esta realidad, ¿quién podría tener dudas de lo importante que es crear las condiciones para que podamos seguir trabajando como hasta ahora? ¿Hay mejor manera de asegurar nuestro presente y futuro que con un tejido empresarial fuerte, vinculado al terreno y sostenible? Yo no tengo ninguna duda.

Como empresas, tenemos los mismos retos que las demás. Necesitamos, por poner solo algunos ejemplos, seguridad jurídica, igualdad de condiciones entre las diferentes regiones, herramientas para poder competir en un mercado global, flexibilidad para seguir consolidando puestos de trabajo, una fiscalidad justa o simplificar y agilizar los trámites administrativos.

Pero, además, por nuestro carácter familiar, afrontamos retos específicos fundamentales. Entre ellos, uno que sobresale especialmente: la sucesión. Tenemos en la Región de Murcia y en nuestro país excelentes ejemplos de compañías que han conseguido garantizar su futuro, incorporando a las nuevas generaciones que han ido llegando de manera eficaz, constructiva y positiva. Cada paso las ha hecho mejores, sumando a la experiencia de los que ya estaban una nueva forma de mirar que aportan quienes se incorporan.

Este próximo fin de semana vamos a tener en Cartagena a muchas de ellas, en la celebración del Fórum Nacional de Jóvenes de la Empresa Familiar. Acoger un evento de este tipo es un gran hito para en el que desde Amefmur llevamos mucho tiempo trabajando y que organizamos en colaboración con el Instituto de la Empresa Familiar.

En este encuentro, podremos compartir experiencias sobre la realidad a los que nos enfrentamos, abordando temas que son clave como el legado, la sostenibilidad o las nuevas tecnologías.

Conocer en detalle cómo han trabajado otros este proceso de sucesión nos aporta muchos aprendizajes. Pero también nos deja claro que es una tarea compleja que, internamente, requiere del compromiso de toda la familia y de un protocolo efectivo, que defina los roles y responsabilidades de cada miembro, y que establezca un plan de sucesión claro y transparente. Pero también es necesario un entorno legal y fiscal favorable que facilite algo que es bueno para todos. Aquí es justo reconocer el apoyo que hemos tenido estos últimos años por parte del Gobierno regional, con el cual hemos trabajado de la mano, para tomar medidas efectivas.

Aun así, tenemos mucho camino por recorrer. Y es que asegurar que la propiedad permanezca en manos de la familia fundadora tiene muchas implicaciones positivas para todos.

Garantizar el relevo generacional en las empresas familiares no solo representa una oportunidad para la supervivencia de las propias compañías, sino que también se convierte en una pieza fundamental para reforzar el estado de bienestar en el que vivimos. Para seguir creando empleo, impulsando la innovación y contribuyendo al desarrollo. Es decir, continuar trabajando por las personas para tener un mejor futuro.