

Secciones
Servicios
Destacamos
Sin ser yo nada de eso, siempre me ha parecido bonica la manera en que los católicos recuerdan por estas fechas que su salvador nació ... en una situación de exclusión social severa. El nacimiento, representado de forma muy gráfica en nuestro país con los ubicuos belenes, permite pocas dudas sobre el sinhogarismo de la sagrada familia, que se ve obligada a usar un establo como improvisado paritorio. Es así, como los animales y entre animales, como se produce el alumbramiento más relevante de la historia de Occidente. Tal vez por eso, nuestra cultura celebra la noche del 24 al 25 de diciembre compartiendo el calor del hogar, juntándonos en torno a una mesa. No sé de qué vamos a hablar esta vez. Ha sido un año políticamente movidito y me consta que en más de un grupo de WhatsApp familiar se pide prudencia con los temas de conversación para que la Nochebuena no se convierta en el rosario de la aurora. Vigila a tu cuñado. No avisará, pero habrá señales. Si se queda investigando la etiqueta de la botella de cava tras el brindis, hay muchas posibilidades de que a continuación suelte algo sobre la amnistía. Es el momento de tocar muy fuerte la pandereta como represalia. Bueno, como represalia y como cortina de humo. Puede que hasta te comas en paz el turrón esta vez.
Es tradición nochebuenista recordar a quien ya no está a la mesa y también a quien no la tiene, ni mesa ni hogar en que ponerla. Son tiempos de llenar los bancos de alimentos, que es una cosa que a los trabajadores sociales nos deja un poco con el culo 'torcío', si se me permite la expresión. La pobreza y la exclusión son algo mucho más complejo y difícil de atajar que la carencia de un paquete de macarrones. Quien no puede proveerse de alimentos básicos tampoco puede hacerse con casi nada más. Y es verdad que hay que comer todos los días, pero qué harías tú con un kilo de pasta si no tienes para butano o si te cortaron la luz, o directamente no tienes casa. Tratamos los distintos tipos de pobreza (la infantil, la energética, la cultural, etc.) como si no tuvieran nada que ver entre ellas, y sí. Como si nunca nos fuese a tocar, y también. Más del 20% de hipotecados a tipo variable (la modalidad más común) tiene problemas para pagar las cuotas, tras casi dos años de subidas de euríbor. Uno de cada cuatro niños murcianos está en riesgo de verse privado de su derecho constitucional a la vivienda (art. 47), pero creo que no es esa la parte de la 'Consti' de la que va a querer hablar tu cuñi en la cena. Al menos intenta que lo haga con un polvorón en la boca y por lo menos os reís todos.
O contraataca. Engulle tú un rosquito de vino y, antes de tragarlo, recuérdale a la familia que según Bruselas el precio de la vivienda en España está inflado en un 20%. ¿Ya? Pues ahora un mantecado de limón y, mientras masticas, vamos con otro dato: España está a la cola europea en vivienda social, con menos de un 3% del parque total. Por comparar, Países Bajos tiene un 30%. Probemos con un cordial entre los dientes: las socimis españolas han repartido en cuatro años 3.200 millones en dividendos. Mientras vais vaciando tu cuñado y tú la bandeja de dulces puedes añadir que: los rentistas han aumentado casi un 60% en diez años. O que: la carestía de la vivienda causa que los jóvenes españoles sean de los últimos en independizarse de toda la Europa de los 27. O que: las españolas son las madres más tardías de toda la UE. O que: nuestro país es el segundo con menor natalidad.
Si, ya sé. Este diálogo de besugos con las bocas llenas de cemento rápido sabor canela no va a solucionar nuestros enormes problemas habitacionales. Pero me pregunto si lo harán nuestros legisladores, tras conocerse esta semana que entre los diez diputados murcianos acumulan 21 viviendas. ¿Serán capaces de sacar sus propios privilegios de la ecuación a la hora de promover leyes que garanticen alquileres asequibles o limiten el rentismo y la especulación? Estaremos atentos.
Un último dato que os puede hacer tragar de golpe el polvorón: la campaña del ultraderechista ganador de las últimas elecciones en Países Bajos, Geert Wilders, se basó en culpar a la inmigración de los precios de la vivienda. Cuando no se avistan soluciones, la población se conforma con chivos expiatorios, un poco como pasó en Palestina hace hoy dos mil veintitrés años menos un día. Felices fiestas, corazones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.