El problema de la sobrevivienda

Espejismos ·
La juventud española debe dedicar más de un 100% de su sueldo medio para pagar el alquiler de una vivienda media

Sábado, 20 de enero 2024, 07:31

Esta semana la actualidad nos ha traído dos historias que, en el momento en que escribo estas palabras, no sé cómo conectar. Pero sí sé ... que de alguna manera nos dicen algo más, que hay una verdad soterrada en su coincidencia temporal. Estos Espejismos, y gran parte de lo que escribo, en general, suelen ser una investigación de esa relación escondida bajo la sábana movediza de las noticias diarias. Y ya que os he contado el truco, vamos con la magia. Escoged una carta. No, la escojo yo: el popular 'streamer' alhameño –pero convenientemente afincado en Andorra– David Cánovas a.k.a. TheGrefg ha sido denunciado estos días por acoso inmobiliario a una anciana, a la que llegó a dejar sin agua corriente para forzarla al desalojo. Y otra: según informe del Consejo de la Juventud publicado esta semana, la juventud española debe dedicar más de un 100% de su sueldo medio para pagar el alquiler de una vivienda media, y es la escalada de estos alquileres la principal responsable de la ridícula tasa de emancipación de nuestro país, entre las más altas de Europa.

Tanto una noticia como la otra han despertado, como es obvio, cierto revuelo. Han sido unos días con el problema de la vivienda (más bien de la sobrevivienda) en el centro del debate público. Entre las reacciones de nuestros políticos tope gama destaca el titular que nos ha brindado la inefable Isabel Díaz Ayuso: «La gente muchas veces prefiere no trabajar». Leed otra vez esta obra maestra de la estupidez, el populismo y la viralidad: «La gente muchas veces prefiere no trabajar». Como valoración del informe del Consejo de la Juventud. Plas plas plas. Me quito el cráneo. No se sabe si está culpabilizando a esos jóvenes a los que no les llega el sueldo para el alquiler o justificando a rentistas como TheGrefg que prefieren vivir de acosar a ancianas.

Una de las cosas que más me llaman la atención de estas dos historias es que precisamente TheGrefg es un 'influencer' entre esa misma población joven desposeída de su derecho a la vivienda, y que su actividad económica se parece mucho a la de esas clases parásitas dedicadas a la acumulación y especulación inmobiliaria. En nuestros medios –incluyendo canales de 'streaming'– e informativos el problema de la sobrevivienda está increíblemente infrarrepresentado, mientras el pánico a la okupación sigue llenando horas de tertulianismo interrumpidas a intervalos regulares por publicidad de alarmas. No por nada el último ensayo de Sergio C. Fanjul, sobre precariedad y desigualdad, se llama 'La España invisible' (Arpa, 2023).

Parecería que todas las cartas ganadoras están en manos de los Grefgs de la vida

Si miramos un metrico más allá que la señora Ayuso, no tardaremos en darnos cuenta de la complejidad de los factores que se reúnen contra el derecho a la vivienda de la juventud española: una economía que prima el rentismo, con un peso desorbitado del sector inmobiliario; una tasa ridícula de VPO en comparación con otros países; precariedad, temporalidad y riesgo de exclusión social; encarecimiento, alargamiento y privatización de la enseñanza postgrado. Pero también la desindustrialización, el abandono del campo y el vaciamiento de la España interior impiden a su gente joven construir un proyecto de vida digna en su tierra de origen. Me pregunto de qué cifras de sobrevivienda joven estaríamos hablando ahora si, en lugar de construir una monstruosa red radial de alta velocidad ferroviaria a casi 18 millones de euros por kilómetro (todas las líneas acaban o empiezan en Madrid y las pérdidas acumuladas superan ya los 40.000 millones de euros), si en vez de entregarnos al desaforado fetichismo del AVE, hubiésemos dedicado más recursos al desarrollo rural. Tal vez la juventud del interior no tendría que irse (en AVE, eso sí) a buscarse la vida a las grandes urbes y detallitos como la despoblación de medio país, la emancipación y la natalidad no serían hoy tan bizarros.

También estos días, y ya van con esta tres noticias entrelazadas (¡y por el mismo precio!), Podemos ha cumplido diez años. El partido, surgido al calor de la indignación por la crisis financiera y –recordemos– inmobiliaria, tenía en la lucha contra la ola de desahucios y por el derecho a la vivienda uno de sus ejes fundamentales. Mucho ha llovido desde entonces, y qué duda cabe de que la guerra sucia policial, judicial e informativa contra los morados –junto a errores propios– ha surtido efecto a la hora de hacer descarrilar su proyecto, ahora en fase de replanteamiento. Parecería que todas las cartas ganadoras están en manos de los Grefgs de la vida y a los demás invisibles apenas nos queda sobrevivir. Pero no. Que no se flipen. Continuará.