La actualidad es lo que tiene

A articulistas y opinadores nos trae de cabeza, la actualidad. Entre el día de entrega y el de publicación tu pieza puede perderla. Actualidad, repito. Te pasas varios días investigando para ilustrar una postura molona sobre el debate del momento y cuando llega al periódico el público pasa la página como quien barre hojarasca. Ay, qué miedo, la obsolescencia. Da tanto miedo aburrir, que a veces pecamos del vicio contrario: el de saltar de cualquier manera a la noticia del día, en caliente, sin perspectiva y con las emociones a flor de piel. Pero entre nosotros: da más miedo la obsolescencia que la precipitación. Porque los temas de debate no vienen etiquetados como si fueran yogures. En ausencia de nuevos giros de guion o llamadas en directo de aludidos, lo que te quitaba el sueño el jueves te hace bostezar el viernes por la mañana. Vamos a hacer un pequeño experimento para comprobarlo, ea. Yo desarrollo unos asuntos de plena o no tan plena actualidad y vosotros anotáis cuándo se os abre la boca o empezáis a pensar en vuestras cosas.

Porque vamos a ver, ¿es feminista la canción esa de 'Zorra'? ¿Tú la ves empoderante? ¿O notas como que perpetúa el sexismo? ¿Resignificación del insulto para neutralizarlo o amplificación kitsch de la vejación contra las mujeres? ¿Está Nebulossa abriendo un nuevo frente de batalla entre las facciones enfrentadas del feminismo segunda ola, el feminismo tercera ola y el colectivo LGTBI? ¿Tú de quién eres más, de Butler o de Preciado? ¿O simplemente consideras que la canción es de muy mal gusto y estás hasta la nariz de mandar petardadas para representar a España en Eurovisión?

Y hablando de Eurovisión, ¿has escuchado ya 'I Don't Want To Miss a Thing', la canción propagandística de Eden Golan con que Israel va a colocar su versión de la matanza que viene perpetrando en Gaza? ¿No? Bueno, supongo que estarás deseando oírla en la semifinal, el 9 de mayo. Por lo que sea, y a diferencia de Rusia, vetada por segundo año, la UER no ve motivo para apartar a Israel del popular concurso, así que podremos disfrutar de esta oportunidad que se le brinda para «contar su historia y narrativa», en palabras literales de un representante estatal. Algo me dice que en esa narrativa no van a estar incluidos los bombardeos intensivos de esta semana sobre Rafah, la ciudad de Gaza en la que han estado tratando de refugiarse últimamente miles de palestinos desplazados por la Franja. Según un alto oficial de Naciones Unidas, la zona se ha convertido en una «olla a presión de la desesperación», donde la ofensiva aérea y terrestre del ejército israelí se suma a la falta de agua, alimentos, techo y atención médica.

Bueno, y supongo que te habrás enterado de la última de la tractorada, ¿verdad? El acabose: agricultores zarandeando el coche de López Miras y encerrándolo en la Asamblea. ¡Y justo después de la intervención del presidente anunciando 18 millones en ayudas extraordinarias! Tras su salida frustrada, Miras invitó a representantes de la protesta a una reunión en la propia Asamblea, cuyos detalles no han trascendido, pero que consiguieron aplacar los ánimos del piquete, que finalmente permitió al presidente salir con el coche oficial.

Y ya que estamos con subvenciones y con López Miras, ¿sabías que esta semana la Fiscalía le ha abierto diligencias por la subvención directa de 500.000 € que le concedió nuestro Gobierno al lobby proisraelí Zakut, tan solo 45 días después de constituirse? ¿Y que ha recibido otro millón y medio de los gobiernos populares de Madrid y Andalucía? ¿Y que el propietario es un empresario vinculado con Isabel Díaz Ayuso, hijo del promotor de Eurovegas? Fíjate, y sin secuestrar asambleas autonómicas ni nada, ni pasar en ningún momento por eso que llamamos actualidad. Mientras se desarrolla un plan elaborado de genocidio sobre la población civil de Gaza y mientras tú bostezas con mi brasa. Porque tanto la actualidad como la caducidad de todos los asuntos, tanto Eurovisión como Eurovegas, tanto los debates candentes como los aburrimientos han sido y son y siempre serán política. Ojo con perderla de vista.