Murcia en Bruselas

Entre el evidente desapego que genera el panorama político y que Europa nunca ha sido para el votante la alegría de la huerta, ya me entiendes, lo lógico es que por fas y por nefás la abstención suba y la participación baje. Aún así el Cemop, esa especie de CIS regional, ya ha lanzado los resultados de una encuesta reciente que puede ser orientativa: el pepé sube y el pesoe baja, gracias a la amnistía de los 'puigdemones' y al 'caso Koldo' de los trincones. Vox, como en el resto del país, también desciende (y además con la amenaza de fuego amigo de los 'fungenios' y su SOS Rural) mientras que Podemos mantiene su espacio ante la inconsistencia de ese Sumar de una Yolanda empeñada en restar.

Bruselas. Murcia ha estado presente en esta legislatura que agoniza en el Parlamento Europeo, gracias al socialista Marcos Ros al que el secretario general Pepe Vélez confía en mantener en la 'pole posición'. Y confía a pesar de las dificultades que suponen la probable reducción del grupo socialista, según todas las previsiones. El calasparreño, cuentan en la calle Princesa, está pendiente de una reunión son Santos Cerdán a celebrar en los próximos dias. En el pepé la cosa pinta diferente. Mi enano infiltrado, ese pequeño tribulete que en todas partes se mete, disimulado como estaba en el palco de Pencho Gil, escuchó claramente, viernes santo lorquino, cómo el valenciano Esteban González Pons, recién nombrado por Feijóo jefe de campaña en las europeas, le aseguraba a López Miras que habrá puesto de salida en la lista mientras ambos merendaban cuando desfilaba el Paso Azul. Es decir la cuota murciana que perdimos el día que en la calle Génova le hicieron julepe con el as y el mono al expresidente Valcárcel pese a su dilatada hoja de servicios, volveremos a recuperarla.

Cuota. La caída de Valcárcel de aquella lista en principio se adjudicó a una maniobra de Teo por consejo de PAS y la aquiescencia de Fernando. No fue así, según mi tribulete bien informado. Al final lo decidió el propio Pablo Casado, quien desechó la opción del expresidente murciano para colocar en la lista al padre del opositor venezolano, Leopoldo López. Carambola de chichinabo. Pero así se hacían, se hacen, las cosas en el cuadro de mandos pepero.

El caso es que si la promesa de Esteban a Fernando se cumple, y no tiene por qué no cumplirse, habrá cuota murciana de salida en la lista popular del 9-J. Las encuestas dan al pepé hasta 25/26 escaños (casi un 38% de intención de voto) y al pesoe, 18/19 ( cerca de un 27%). En una lista de veinticinco candidatos no sería disparatado que López Miras aspirase a colocar una segunda plaza. De ahí que en la calle González Adalid se hayan disparado los rumores en los últimos días.

Quinielas. Y vamos a ello porque he mantenido a mi infiltrado reportero entre cortinas, sillones y despachos. El primer nombre que ha escuchado mi inquieto orejón es el más lógico. Si hay una candidata que Feijóo recibiría con agrado sería la lorquina Adela Martínez-Cachá dada la estrecha relación que existe desde hace muchos años entre las dos familias. Adela tendría todas las bendiciones del mandamás y eso lo sabe López Miras. Como también conoce que la exconsejera ha sido redimida recientemente por la Justicia, ha pasado su purgón, se ha rehabilitado, se ha reinventado como empresaria, pero sigue manteniendo su vocación política. Va en su adeene, para que me entiendas. Sin embargo, el de Adela no es el único nombre. Está también sonando con fuerza en los últimos días el del senador Paco Bernabé, amparado e impulsado por cierto lobby cartagenero con bendiciones del tito Vicente. No se puede descartar al unionense, nos cuentan. Ni tampoco al tapado/a con el que López Miras suele sorprender al personal en cada cita. Faltaría plus…