A vueltas con el nombre del aeropuerto

La información al respecto la publicó el diario 'El Liberal de Murcia', que aumentó los comentarios sobre el acto, los días siguientes, en sus páginas. El periódico aludido informaba también de que los amigos del Sr. De la Cierva, organizadores del acto, «habrían querido una solemnidad mayor para el mismo, pero no se le da el plazo para ello porque el ilustre inventor, requerido por importantes empresas extranjeras dedicadas a la aeronáutica, ha de salir inmediatamente para París, Londres y Berlín».

Como curiosidad sobre la invitación al público en general, diré, extrañado, que se pedía no ocupar las plateas (el Cine Rex entonces con plateas), ni las últimas filas del patio de butacas (¡¡¡las últimas!!!), reservadas aquellas y estas para autoridades y familiares del ingeniero. (Entre los asistentes figuró el entonces obispo de Jaca, el murciano Francisco Frutos Valiente).

El encuentro y lectura de la noticia a que acabo de referirme, sobre aquella singular conferencia, en momento no menos singular, me sugiere pensar en el nombre de nuestro aeropuerto internacional, ubicado en la pedanía capitalina de Corvera. La presencia en Murcia del inventor, en la plenitud de su fama, cuando las principales capitales europeas se la disputaban, demuestra una vez más el cariño a su patria chica, motivo más por el que hemos de dejar de una vez que se controle nuestra actuación desde otros lugares. Basta ya de tutelas ministeriales cuando sólo de honores y distinciones se trata. Todas las reglas tienen sus excepciones, y la Ley de Memoria Histórica es una regla y debe tenerlas. La Comunidad de Murcia ya es mayor de edad, y por tanto puede tomar sus decisiones, al menos aquellas que en nada perjudiquen a la convivencia entre los demás. Nadie mejor que De la Cierva para ostentar el nombre de nuestro aeropuerto (recuérdese que el Ministerio que prohibió nuestra decisión fue el que entonces dirigía como ministro José Luis Ábalos. Sin palabras al respecto).