Secciones
Servicios
Destacamos
A principios de los 90 del pasado milenio, hubo un experto científico que visitó Murcia para dar una lección magistral y declaró a la prensa ... cosas desagradables. Dijo, en una era en que no estaba de moda lamentarse en serio por la contaminación y ante la estupefacción de todos, que la ciudad de Murcia se había construido en el peor lugar de todos los posibles.
Que ciudades levantadas sobre tierras pantanosas había no pocas en el planeta (por ejemplo, Chicago), pero sí había muy pocas que además de sobrevolar un suelo de discutible salubridad estuviesen clausuradas por todos lados por cordilleras que impedían la llegada de las nubes, excepto las de polvo y ácaros del desierto africano a tiro de piedra de España. Así, la alta contaminación continuada estaba asegurada y nos llevábamos un premio. Eso fue mucho antes de que aquí fuese tema de preocupación la contaminación, porque creíamos que eso consistía en las fotos en 'offset' del caño de vertidos en la playa de Portmán y en la chimenea de Potasas en Cartagena. No voy a decir que la reacción a aquel experto fuera sensacional, pero por supuesto hubo voces que lo tacharon de desagradecido con la hospitalidad proverbial y finalmente de antimurciano. ¡Cómo se atrevía aquel pobre hombre a sacar el asunto de la ciencia, si nosotros no habíamos salido del tipismo de zarzuela! Hoy la moda es la contaminación en Murcia, tengo entendido una de las primeras de todo el país y seguramente de Europa. Se especula con que se arreglaría esa alta contaminación si se desterraran los coches, pólenes, quemas de rastrojos y toda agricultura intensiva. Sería pasmoso comprobar que cuando todo eso no existiera continuaría tan pimpante el verdadero problema: que no estamos donde tendríamos que estar. Murcia ciudad, como decía aquel experto incomprendido, seguiría en el peor lugar para la salud de todos los posibles.
Se habla entre modernos murcianos de acabar con todo lo que impide una atmósfera vivible y sin embargo no se habla de lo principal. ¿Qué van a hacer cuando su agenda poco oculta fracase en sus objetivos, si es que son sus verdaderos objetivos? ¿Van a desmochar las cordilleras circundantes para que llueva, van a deportar al cada vez más ominoso polvo de 'boria' de vuelta a África, si es que los jueces no paralizan esa devolución en caliente? Nos toca seguir tragando.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.