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Que no es lo mismo, amigos, al menos en las democracias. Porque en las dictaduras o en las dictaduras encubiertas, ambas cosas coinciden pero en una democracia parlamentaria de la Unión Europea, una cosa es gobernar y otra ocupar el poder enganchado como una garrapata. ... Gobernar es tener una mayoría parlamentaria suficiente para aplicar tu programa electoral, sea de centroizquierda, de derecha o mediopensionista. Lo lógico es que un partido tenga una ideología, un programa que querer aplicar, una hoja de ruta que presentar a los ciudadanos durante la campaña electoral y que, en caso de obtener la confianza de los que votan, aplicarlo. De entrada, esto no coincide para nada con lo que ha hecho Sánchez. Ejemplo, la ley de amnistía en campaña electoral era anticonstitucional, pero, tras necesitar los 7 votos de Junts, no sólo pasó a ser legal sino que es la ley más beneficiosa que parió madre para el Estado español.
La matemática. Pero volvamos al tema: la base de todo lo que nos está ocurriendo, de este desastre multifactorial al que nos lleva Sánchez, no es otra que la consecuencia de las matemáticas. Porque Sánchez perdió las elecciones. Y está a 57 votos de la mayoría. Y esos 57 son de los supremacistas de Junts, los marxistas de Bildu, el muy conservador PNV o los grillaos de ERC. Es imposible entenderse con esa gente, porque los independentistas te exigen cosas anticonstitucionales. ¿Es posible gobernar así? No, padre. Por si esto fuera poco, el primer día de la legislatura, Sánchez, en sede parlamentaria, dijo tirar un muro contra aquellos que habían votado a la derecha, aislando de esa manera a 11 millones de votantes, la mayoría. Lógicamente, en un solo año, ha perdido en el Congreso 34 votaciones por 4 ganadas. ¿Se puede gobernar así? No, se puede ocupar el poder que es distinto.
Perverso. ¿Es bueno para un país que quien gobierna no pueda ganar ni una votación? Pues no, lo lógico sería convocar elecciones para que surja una nueva mayoría y que esto ande, pero a Sánchez le da igual. Toda su 'acción de gobierno', por llamarla de alguna manera, se circunscribe a alumbrar paridas, hacer giras internacionales, cortinas de humo, o idear estrategias contra los jueces y la prensa no afecta, para aguantar un día más, teniendo en cuenta el horizonte judicial que le viene. ¿Gobernar? ¿Aplicar un programa político socialdemócrata? ¿Avanzar? Eso le da igual, no puede ganar ni una votación. Lo que hace es ocupar el poder. Y ojo, en una situación de minoría como no se recuerda en España. Eso, lógicamente, le lleva a intentar ocupar como sea, y sin ningún tipo de pudor, todas aquellas instituciones del Estado que puede para bunkerizarse, para aguantar un día más donde las urnas no le llevaron. Así lo ha hecho con la Agencia Efe, el Tribunal 'Prostitucional', RTVE, la Fiscalía, la Abogacía del Estado, el CIS... ¡coño! ¡Hasta el Hipódromo de la Zarzuela! Y ahora, el Banco de España. Esa falta de pudor, de vergüenza democrática, ha provocado que, siendo el presidente con menor apoyo parlamentario de la Historia, es el que más poder está acumulando en su persona. Acaba de decir que 'continuará su proyecto' incluso sin el legislativo, ¡toma ya demócrata!
Es un Maduro en ciernes. No es demócrata, no entiende de la importancia de la independencia de las instituciones.
Presupuestos. Un gran líder político español dijo que «presupuestos o elecciones» , que «los presupuestos son la gasolina del gobierno»... criticó «la voluntad del gobierno de vivir de la prórroga» o dijo que «que gobernar sin presupuestos era ocupar el gobierno y no gobernar». ¿Saben quién fue el líder preclaro que dijo todo esto? Pues fue Pedro Sánchez. El mismo que se atrinchera ahora, sin poder ganar una triste votación, sin presupuestos, arrodillado frente a ERC y Junts, y que está paralizando el desarrollo de nuestro país. Por esto, una cosa es gobernar y otra, muy distinta, ocupar el poder a costa de lo que sea. Sin ideología, sin proyecto, diciendo hoy una cosa y a las 24 horas siguientes la contraria. Gobernando para unos españoles, los catalanes, mientras que perjudica al resto. Y el problema es que ahora, ante los problemas judiciales que le acosan, solo le queda mantenerse en el búnker, mantener como sea el control de la Fiscalía, de Interior, de Justicia... porque sabe que el día que salga por la puerta, estos casos se lo llevan por delante. Ocupar el poder, la solución.
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