Chapuza

El peluquero. Todo esto viene a colación de una noticia que el otro día me pasó mi buen amigo Fernando de la Cierva. Nada más y nada menos que un narco, un tío que pasaba droga y que tenía como tapadera una peluquería en Génova. El hombre, de 55 años, se lo había montado bien. Pero no tuvo en cuenta un pequeño detalle y es que la mayoría de sus clientes ¡eran calvos! Lógicamente la policía sospechó de aquello y ha sido detenido. Un genio del mal. Aquí también tenemos los nuestros, hace años un amigo de Murcia, hablando de este mismo tema, del bajo nivel del delincuente patrio, me contó el caso de un tipo de un pueblo de nuestra región que, teniendo una granja solar, producía la energía eléctrica con generadores de gasoil porque, al estar subvencionada, le salía rentable ya que te compran a buen precio todo lo que generes. ¿Su fallo? Una nadería, sus picos máximos de producción eran a las 3 de la mañana. Así que, cazado.

De guante blanco. También tenemos nuestros ladrones de guante blanco. Mientras que los anglosajones tienen a Cary Grant encarnando a 'el Gato' en 'Atrapa a un ladrón' o al mítico 'Fantasma', el estiloso David Niven, en 'La Pantera Rosa'; nosotros tenemos a unos figuras que hace años atracaron una sucursal de la Rural, creo que en San José de la Vega, en un golpe que pasará a los anales de los robos de guante blanco. Ni 'Misión Imposible', oye. Se personaron junto a una sucursal de esas que, a la vez, eran almacén y semillero, con un camión y una excavadora. Con la excavadora se liaron a topazos con el muro para extraer la caja fuerte y cargarla en el camión. Cuando sonó la alarma, algo inevitable, intentaron desactivarla a escopetazos. Un disparate.

Ayudando a los CSI. Amigos de la Policía Nacional te cuentan que delincuentes habituales, gente fichadísima, van a robar a un domicilio y ¡no se ponen guantes! Pero el caso que se lleva la palma me lo contó una exjefa de Homicidios: un yonqui asesinó a un amigo, también consumidor habitual. Tuvo la precaución de, para no dejar pruebas, acumular todas las evidencias que le inculpaban en una bolsa, desde el cuchillo con su ADN y el de la víctima, hasta sus ropas, en fin, todo. Hasta ahí, bien, sólo falló en un pequeño detalle, que se olvidó la bolsa en el escenario del crimen; de manera que, cuando llegaron los de la científica, sólo tuvieron que abrir la bolsa, catalogar las pruebas y vía ADN obtener las evidencias incuestionables que le imputaban. Y es que en las pelis nos reímos de Torrente cuando va a robar a un restaurante chino y se le cae el DNI, pero hay casos en que no sabemos si los nervios, la mala cabeza o el consumo de sustancias, juegan una mala pasada al delincuente. Por no hablar de ese caso en Málaga en que una pareja de la Policía Local observó a un joven que se saltaba un semáforo en moto, sin casco y fumándose un porro. Tras una tremenda persecución fue detenido y resultó que la moto era robada. Además, el ladrón tenía el carnet retirado desde hacía años y la moto carecía de seguro. Aunque esto, hay que reconocerlo, no era culpa suya. En fin, que debemos de estar de acuerdo en que hasta para delinquir hay que estar preparado. Y si no, dices que eres independentista, y pelillos a la mar. Amnistiado.