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El abrupto cambio de rumbo de las políticas arancelarias de EE.UU. junto a los mensajes proteccionistas amenazantes y de confrontación con el resto del ... mundo que su presidente viene lanzando desde hace escasas semanasestán generando una agitación geopolítica de consecuencias económicasinesperadas. Existen pocos aspectos en el mundo económico que generen tanto consenso como los efectos de una guerra arancelaria, en la que no habrá vencedores porque todos pierden.Esta guerra comercial tendrá efectos en el crecimiento global, en los precios y en los beneficios empresariales.
La imposición de aranceles a México y Canadá del 25%, a China del 10%, yel reciente anuncio de aranceles del 20% a todos los productos exportados por Europa, hacen difícil imaginar cómo evolucionará la economía internacionalante esta escalada. El reciente informe de Consenso Económico y Empresarial, correspondiente al primer trimestre de 2025, elaborado por PwC, destacaba que no es de esperar que los aranceles se eleven más del 10%; solo el 22% de los expertos, empresarios y directivos participantes en este informe auguraban en marzo que pudieran incrementarse hasta el 20%.Sin embargo, todoapunta a que Trump va en serio en la desestabilización del comercio mundial, y los efectos serán mucho mayores de los esperados. La consecuencia será un incremento de la inflación, seguido por una caída del crecimiento mundial, una tensión financiera por la afectación en el mercado de divisas, así como un freno en los resultados empresariales, y quizás despidos en las regiones más afectadas por los aranceles. En resumen, esta inaudita guerra comercial tendrá su impacto en la economía mundial con proporciones desconocidas.
Para poner en contexto esteefecto directo, es relevante conocer qué comerciamos con EE.UU. Las exportaciones de la UE a EE. UU. han crecido de forma significativa en los últimos 15 años y han pasado de representar un 15% del total de ventas al resto del mundo en 2010 a superar el 20% en 2023. España exportó el pasado año a este país bienes por 18.200 millones de euros, un 4,73% del total; e importó 28.200 millones, un 6,64%. La Región de Murcia, con exportaciones de 621 millones de euros a EE.UU., el 4,39% del total exportado, podría ver afectados sectores como los productores de aceite de oliva, aceituna de mesa, especias, golosinas, zumos, productos alimentarios y vino, entre otros. La guerra comercial también podría elevar el coste de los productos importados, afectando a industrias dependientes de insumos extranjeros, lo que se traduciría en costes mayores, trasladados a consumidores y familias.
El efecto sobre la inflación es claro. Según el último informe Claves Económicas de PwC, la inflación en Europa aumentó al 3% en febrero de 2025. En EE.UU., con una inflación del 4,3%, la Reserva Federal considera ajustes en los tipos de interés, complicando el acceso a crédito. La subida de los tipos de interés en Estados Unidos –su bono a 10 años está en el 4,27%–, está haciendo caer el dólar y subiendo el euro, tras la errática política de Donald Trump, que puede llevar a su país a una recesión y, por lo tanto, una caída del consumo.
Esta nueva configuración comercial mundial puede provocar un aumento del proteccionismoglobal en una primera respuesta,pero también la conformación de nuevas alianzas como reacción de escape. Europa y España tienenuna oportunidad en incrementar sus relaciones con Mercosur, India y Canadá, que también miran hacia nuevas oportunidades de diversificación. El reciente acuerdo de libre comercio entre India y la UE anunciado a finales de febrero representa una oportunidad estratégica ante este escenario.
Paralelamente, la deslocalización empresarial podría convertirse en un riesgo, con empresas europeas y españolas trasladando producción a EE.UU. para eludir aranceles, lo que afectaría a la inversión y el empleo en nuestro país. En este sentido, las empresas deben evaluar cuidadosamente las decisiones de inversión en este clima incierto.
Mientras tanto, Europa también enfrenta un reto en su defensa, con efectos económicos nada despreciables. Las divergencias en la OTAN respecto al conflicto en Ucrania, y la casi total dependencia de la industria de defensa estadounidense, dejan a la UE en una posición de extrema debilidad ante una Rusia que amenaza a Europa. El acuerdo europeo de inversión de al menos 850.000 millones de euros afectará a países como Francia, España e Italia, que tienen altos déficits, y que tendrán que manejar tensiones presupuestarias y políticas internas para tratar de cumplir sus compromisos.
En el otro lado de la moneda, la industria de defensa emerge como un sector de oportunidades. La Región de Murcia podría consolidarse como proveedora cualificada en el mercado de defensa europeo gracias a su industria naval y tecnológica, y a la posibilidad de transformar capacidades industriales. Partimos con cierta ventaja, puesto que ya se viene abonando el terreno a través de la iniciativa CAETRA, que impulsa el gobierno regional a través del INFO.
Sin duda, las empresas se enfrentan a un escenario deincertidumbre y riesgos, pero también de oportunidades. La clave será la adopción de estrategias proactivas, sin precipitar decisiones,tratando de diversificar mercados y localizar proveedores alternativos para reducir el impacto arancelario en las cadenas de suministros.
La evolución de esta tormenta arancelaria y geopolítica es imprevisible, pero la anticipación con criterio estratégico y la adaptación ágil serán cruciales para mantener competitividad y estabilidad en el nuevo e incierto orden económico global.
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