Izquierda clerical
REBELDÍA MURCIANA ·
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REBELDÍA MURCIANA ·
Muerto Sánchez después de intentar matar a López Miras, todo el espectro político a la izquierda de Cs está desnortadoEs apasionante ver a la izquierda comunista nacional, esa que venía a asaltar los cielos, a colonizar el 15-M y a representar a las ... personas no-binarias, transexuales y veganas; hacer un alegato a favor del Papa Francisco como si hubieran sido todos educados bajo el recto camino del Señor y San Josemaría en un Nelva o Monteagudo cualquiera.
Yolanda Díaz ahora es la estrella fulgurante de los gurús que solo profetizan mal, pero que lo hacen con palabrería en inglés y alguna que otra frase copiada del 'Ala Oeste de La Casa Blanca' que suena como una especie de anuncio malo de la teletienda que te encuentras en una noche de desvelo a las 4 de la mañana en la televisión ordinaria, que es esa con canales que existía antes que Netflix.
La 'fashionaria', como llama Federico Jiménez Losantos con mucho acierto a nuestra nueva líder mundial, ha viajado a Roma para contarle al Santo Padre que la reforma laboral es muy y mucho cristiana, y probablemente también que eso de «arderéis como en el 36» es un eslogan que tiene mucho gancho en Twitter.
Esa izquierda anticlerical que repite hasta la saciedad que todos los curas por el mero hecho de serlo son unos pederastas en potencia, que forman parte de una especie de élite nacional que controla los designios del mundo, o que no pagan ni medio impuesto mientras los españolitos ateos de bien les mantenemos. Estos tipos que ven una cruz y se espantan, pero que ante la media luna se cubren el pelo si son ellas y se arrodillan en la alfombra si son ellos. Esta gente que se sube en la atalaya de lo moral para llamar facha a todo aquel que vaya a misa porque le da la gana hacerlo, ahora son los fans número 1 del Papa Francisco porque le ríe las gracias a una comunista que antes de teñirse el pelo y subirse a unos tacones a 800 euros el par, tenía pinta de vendedora de los hippies del Malecón, con todo el respeto para ellas, que dudo que merezcan que alguien les compare con Yolanda Díaz.
Muerto Sánchez después de intentar matar a López Miras (que a veces se nos olvida que la caída en desgracia del socialismo empezó con la pieza de dominó de San Esteban), todo el espectro político a la izquierda de Ciudadanos se encuentra desnortado. Si la moción de censura de Rajoy dio una vuelta radical al tablero político y un tipo al que habían echado de Ferraz casi a patadas consiguió convertirse en presidente plenipotenciario de las Españas, ahora la jugadita murciana ha consagrado a las derechas sin que el bando rojo haya entendido muy bien ni cómo ni por qué ha pasado todo.
Con una pandemia peor gestionada que en ningún otro país de nuestro entorno, el entonces ministro de Sanidad consiguió ganar las elecciones en Cataluña. Indultaron y no pasó nada, nos arruinaron y no pasó nada, blanquearon a Bildu y no pasó nada. Pero llegaron a Murcia y la cosa se torció tanto que el único remedio que le queda a la izquierda para conseguir recuperar el poder es utilizar a una tipa que habla bajito y se arregla mucho y bien para llevarla a sonreírle al Papa y a dar entrevistas diciendo que las mujeres son mejores políticas que los hombres porque ellas se planchan el pelo entre sí (les prometo que es cierto que estas declaraciones las hizo Yolanda Díaz en una entrevista).
Ahora que los comunistas citan la Biblia y se encomiendan a Dios para recuperar el poder en España, quizás se les pega algo de la derecha que con suerte nos alegra un poco la existencia: para llegar al poder hay ciertos límites que son infranqueables. Por ejemplo, no acosar a un niño de 5 años por querer estudiar en español en España. Por ejemplo, no pactar con los asesinos de tu compañero de partido. Por ejemplo, no fiarse de que una persona es moderada porque vista como una pija de portada del 'Hola' a pesar de que de fondo tenga una hoz y un martillo como decorado.
En fin, les dejo, que es domingo y tienen que ir a rezar con los de Podemos. Ya me contarán qué tal la experiencia. A Yolanda parece que no le fue ni tan mal.
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