Secciones
Servicios
Destacamos
El batacazo de las elecciones parciales legislativas de noviembre que sufrieron bastantes de los candidatos de Trump despertó esperanzas en sus enemigos. El expresidente no ... podría recuperarse. Entró en convalecencia política pero, sorprendiendo otra vez, se ha recuperado del todo y el juez que lo imputa estos días le va a dar involuntariamente una inyección potente.
La popularidad del antiguo mandatario ha crecido. El victimismo en sociedades polarizadas tiene efectos benéficos. Lo vemos en Argentina, donde la señora Kirchner, condenada por enriquecimiento ilegal, ha enardecido a sus agraviados partidarios. En España tenemos un caso más banal aunque llamativo. Un club de la importancia del Barcelona ha estado pagando millones a un dirigente arbitral para que asesorara a su plantilla sobre cómo 'tratar' a los colegiados. El hecho llama la atención y, ante las insinuaciones que se han disparado, los dirigentes del club ven la mano del Madrid, que quiere impedir que los blaugranas ganen la Liga. La acusación es pueril, el Barcelona debería conquistar la Liga porque la ha merecido, pero la conducta de sus directivos merece explicaciones más serias que ver manos ocultas. Con todo, el victimismo les es rentable.
Trump también ve acusaciones insidiosas. En un mitin de la semana pasada afirmó que el fiscal del Tribunal ante el que ha declarado es «escoria» y racista, un «delincuente». Culpa a la prensa, a los tribunales y las universidades de difamar a él y a sus seguidores y es fogoso en su defensa argumentando que sus enemigos quieren convertir la nación «en un país de delincuentes, de marxistas, de canallas y de emigrantes que nadie quiere».
El antiguo presidente aparece ahora claramente como el candidato republicano con más posibilidades. De Santis, gobernador de Florida, luminaria fugaz después de las elecciones de noviembre, se apaga e incluso se coloca cerca de Trump, aunque se detestan, bramando por que se lleve a los tribunales a un expresidente por una minucia. Los eventuales contendientes en las primarias cierran filas porque piensan que el electorado republicano les pasaría factura si se distancian de Trump.
Los enemigos de Trump se asombran de que sea llevado a los tribunales por un tema menor: haber comprado el silencio de una actriz de cine porno (Stormy Daniels) que podía airear el 'affair' con el político en vísperas de las elecciones que ganó. El expresidente cuenta con un rico pasado en ese campo: otra belleza morena, portada del 'Playboy', Karen McDougal, fue convencida por el 'Nacional Enquirer', publicación cercana a Trump, para que, contra la entrega de 150.000 dólares –de los que los intermediarios se llevaron el 40%– y la concesión de una columna semanal para ilustrar al lector sobre cómo envejecer manteniéndose en forma, firmara un contrato por el que guardaría silencio absoluto acerca de Trump.
Aunque el martes 4 el juez de Nueva York lo imputó con más de treinta cargos, una primicia para un expresidente en toda la historia de Estados Unidos, Trump puede escapar sin demasiados rasguños porque todos los cargos hasta ahora están relacionados con pagos irregulares para silenciar a personas que podrían empañar su reputación de cara a las elecciones.
Sus adversarios quieren que los tribunales lo encausen por cuestiones más graves, falsedades en su declaración de impuestos, por su intervención en el asalto al Capitolio o por haber retorcido el brazo, sin éxito, para que el presidente ucraniano Zelenski admitiera que el hijo de Biden realizaba negocios vidriosos con Ucrania, cuestión por la que Trump ya sufrió el intento de inhabilitación.
El hecho es que hoy Trump ha aumentado la popularidad en la franja de derechas. Muchos de esos votantes comulgan con él cuando proclama que Biden está detrás de la «persecución judicial». El republicano ganaría hoy casi arrolladoramente las primarias de su partido. Como en el año 2016.
La situación, de un lado, hace que las dudas de Biden para presentarse comiencen a disiparse. Si el rival republicano es Trump, el presidente irá a la reelección a pesar de su edad. Los que temen al lenguaraz millonario creen que Biden puede ganarle de nuevo. No están seguros de que otro demócrata lo logre, lo que produce una enorme inquietud. En Europa ocurre otro tanto y no hablemos de Ucrania, donde la eleccion de Trump sería una hecatombe. En otras partes del mundo no tanto. Rusia y China no son muy entusiastas de Biden.
El caso judicial, por otra parte, crea un precedente inquietante. Como señala el 'New York Times', aunque se refocile con las tribulaciones de Trump al que odia, nada puede garantizar que el día de mañana un juez de Montana, de Ohio o de Texas, ávido de popularidad, impute a Biden o a cualquier expresidente amparándose en oscuras disposiciones legales del Estado en que ejerce su función. El diario neoyorquino cita a un antiguo magistrado que escribió: «Un fiscal tiene considerables oportunidades de encontrar una violación ética de algún tipo de conducta casi de cualquier persona». El precedente, pues, es alarmante.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una moto de competición 'made in UC'
El Diario Montañés
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.