Secciones
Servicios
Destacamos
¿Conocen ustedes Letur? Si no lo conocen yo se lo cuento. Se trata de un precioso pueblo, de un lugar interesantísimo de la Sierra ... del Segura (o, lo que es lo mismo, decir de lo mejor del mundo montañoso y rural de la provincia de Albacete), que cuenta con patrimonio, con historia, con naturaleza y con paisaje como no otros muchos lugares en España. No en vano hay casi setecientas plazas de alojamiento turístico en un municipio que tiene una población de menos de mil habitantes, lo que da una idea de la importante social y económica del turismo de interior para esta zona, ahora tan castigada.
Me consta que en Letur todos los brazos, todas las administraciones y todos los presupuestos se han puesto desde el minuto cero a trabajar para la reconstrucción rápida y de calidad de su zona baja, dañada ahora y que era la que contaba con la mayor cantidad de servicios turísticos. Por eso estoy seguro de que dentro de no mucho, Letur será, si cabe, aún más bonito y más interesante que antes de la riada.
Quizás ahora no sea el momento de ir de turismo rural a Letur. Durante un tiempo hay que dejarles trabajar y reconstruirse, y, además, en mi opinión, creo que conviene huir de ese turismo morboso de observación del daño ajeno que, aunque minoritario, rompe los valores positivos que debe impregnar el turismo. Sin embargo, al mínimo llamamiento de la oficina de turismo de Letur, o de la Junta de Comunidades, a la mínima señal de que ya podemos ir a Letur, el hecho de desembarcar allí, con nuestros ojos bien abiertos a la belleza pero sobre todo con nuestros euros bien dispuestos a ser gastados en el pueblo, será una muestra no sólo de buen juicio sino además de solidaridad con los afectados por la catástrofe.
El turismo puede ayudar a esas zonas alejadas de los lugares principales y que además han sido sometidos a alguna tragedia. Recientemente visité la zona afectada por el terremoto de 2023 en el Alto Atlas marroquí y pude ver cómo la población agradecía enormemente que los turistas siguiéramos visitándolos y ayudando con nuestro gasto a que haya una mínima esperanza de supervivencia económica para aquella desolada y bellísima zona.
Otra idea, algo más peregrina pero que me atrevo a lanzar aquí es la siguiente: ¿y qué tal si dentro de uno o dos años, cuando planeemos un viaje a Valencia, mejor que en un hotel del centro no nos alojamos, comemos y hacemos gasto en los muy cercanos Paiporta, Chiva o Benetúser?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.