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Clases de natación. Llevo a Marcos a clases de natación dos veces por semana. Ya tiene 7 años y no sabe ni chapotear; una vergüenza, dijo su abuela. Así que lo apunté. Cada martes meto en la mochila mi 'tablet' llena de libros que he ... descargado en formato EPUB. Libros que ojeo en la franquicia de un centro comercial y cuando llego a casa disfruto del placer de descargarlos. Decrecimiento, conciencia ecológica. No gasto en papel. Pero cada martes (el jueves ni lo intento), el padre de Martín me espera de 5 a 6 con sus ojos pequeños y su sonrisa felina. El secuestro es ineludible: mientras Marcos y Martín desvirtúan el crol, él despliega su cháchara entre vapores de cloro. En la sala de espera de padres y madres, tras la cristalera, no hay quien lea. Pero tengo un plan: hacerme el sueco. Hacerme el sueco literal. Recuerdo media docena de frases que aprendí durante mi estancia de 6 meses en Noruega (sueco, noruego, qué más da). Responderé a su saludo con alguna fórmula en ese idioma tan cantarín. Así seguiré hasta que no me aguante el pulso, entienda que estamos condenados a no entendernos y me deje leer tranquilo.
Biopolítica 2078. Miguel no podía imaginar el alcance de la experiencia de aquella tarde junto a su madre y su esposa. La noche anterior había leído que este avance tecnológico dejaba muy atrás las propuestas de décadas anteriores que a lo sumo ofrecían imágenes tridimensionales del nonato. «Lo que hacíamos hace 25 años les parecerá rústico», les dijo el ginecólogo antes de presentarles los resultados en 15 D. Y es que la ingeniería biopolítica aplicada a las necesidades del consumidor permitía que los padres dispusieran de un informe detallado de los primeros 15 años de vida de su todavía no nacido. Intolerancia al marisco y las legumbres, leve dislexia, inclinación a los ambientes artísticos, zurdo. Una descripción detallada que trascendía la detección precoz de patologías y abundaba en cuestiones psicosociales. Así seguía: se le caerá el primer diente a los 7 años y dos meses; no le gustará jugar al fútbol; experimentará su primer desengaño social a los 11 años: su mejor amigo lo ridiculizará en público. Accidente en bici grave con 13 años. La consulta no termina con esta enumeración de fatalidades. En la sala contigua, la doctora Suárez les detalla el itinerario diseñado para «enderezar la trayectoria de condicionamiento innato y/o amortiguar sus efectos [...] una ortopedia integral, de cuerpo y mente (sic)». Entre las recomendaciones: matricularlo en el conservatorio municipal a los 8 años (clases de violín), clases particulares de alemán desde los 6 años, evitar el lino, los pantalones pirata y el velcro. Que atienda a colegio público y que continúe estudios en universidad privada. A partir de los 10 años, sustituir leche de vaca por té Oolong. Celebrar sus 6, 8, y 10 años en la costa; organizar sus cumpleaños de los 11, 12 y 13 años en localidades de interior. No darle de comer después de las 12 de la noche.
Carisma. Nyanchama significa 'carisma'. A nuestra protagonista le pusieron ese nombre en honor a su abuela, que fue un referente en la lucha por la defensa de los Derechos Humanos. Su 'grandma', como ella prefiere llamarla, nació en la precariedad material, emocional y simbólica propias de una comunidad saqueada por las potencias coloniales, pero un golpe de suerte (una ONG que operaba en su entorno) le permitió reiniciar su vida a los 7 años en una familia de acogida en la metrópolis. Allí se formó, destacó, se doctoró y dedicó toda su capacidad a la defensa de los oprimidos que, como ella, eran víctimas del azar de haber nacido en el lugar equivocado. Pero Nyanchama no tiene el carisma de su 'grandma'. Sabe que no figurará en la categoría de 'personas destacadas' que Wikipedia recoge en la descripción de su localidad de nacimiento. Ella sí nació en la capital del país, donde tuvo oportunidades formativas y relacionales, sin embargo, no demuestra la viveza de espíritu de la abuela. Desde hace un tiempo reconoce su doble estigma de contenido y forma, un nombre que no se ajusta a su personalidad, que genera expectativas que acaban en miradas de compasión y decepción. Justo hoy que cumple la mayoría de edad tiene cita en el Registro Civil. Por el equivalente a 180 euros, dentro de dos semanas recogerá su nuevo documento de identificación donde en su nombre figurará 'Kwaku', que significa 'nacida en miércoles'.
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