Antonio Muñoz Armero, el emprendedor sin límite

Mirar al futuro es hoy un poco más difícil, y, sin duda, mucho más duro. Pero me quedo con el recuerdo, el ejemplo y la vivencia compartida. Con la suerte de haber escuchado de su propia voz el siempre acertado consejo -sin haber dicho nunca que era tal- de quien tuvo la inteligencia, la fuerza y la capacidad de construir una vida al alcance de muy pocos. Tan solo de los mejores.

Porque estoy seguro de que Antonio Muñoz Armero será recordado por su visión preclara, adelantándose en el tiempo para llevar el nombre de la Región de Murcia a los más remotos lugares, donde nos conocen y aprecian gracias al rigor y la calidad que siempre exigió para todo aquel proyecto que emprendió.

Hoy le recordamos con cariño, el que transmitió a los suyos, el que le pudimos manifestar en vida. Pero por mucho que dijésemos, sumando todos esos homenajes siempre nos quedaremos cortos.

Él supo mejor que nadie aprovechar el legado recibido de su familia y trasmitirlo con sumo acierto a sus hijos y sucesores, junto con su inagotable vocación por superar nuevos retos, por imposibles que pareciesen, y de hacerlo a lo grande, con esa gran multinacional de la alimentación que es AMC Group como su mayor exponente.

Su ejemplar trayectoria profesional encuentra reflejo, aún más si cabe, en los grandes valores personales y humanos. Un empresario irrepetible en cuyos éxitos siempre estaba muy presente el profundo vínculo que le unía a su tierra, una murcianía indisimulada de la que presumía con orgullo.

Así era Antonio Muñoz Armero, esencia pura de esa Región de Murcia que en tantas ocasiones le expresó con admiración y gratitud su cariño y su respeto, y que hoy llora con tristeza su ausencia.