Farmacias, velando por tu salud

Las farmacias de cada país están distribuidas geográficamente. Los farmacéuticos son parte del barrio, son residentes del vecindario y de la comunidad. Conocen a las personas y brindan servicios individualizados. Son amables, vocacionales y muy valorados por sus conciudadanos. Habitualmente, las farmacias son la punta de lanza de la educación sanitaria de la sociedad y, para ese cometido, los profesionales farmacéuticos están al tanto de cualquier avance y descubrimiento sanitario. Por ello, son el mascarón de proa de la formación no reglada para conseguir un mundo más saludable a todos los niveles.

Estos profesionales, cada cual con su personalidad, atesoran una serie de características comunes: son amables, prodigan empatía y, en muchas ocasiones, reciben con una sonrisa y entregan su tiempo con grandes dosis de paciencia. Los profesionales de las farmacias están bien preparados y realizan formación continua para mantenerse al día de las novedades.

Tienen conocimientos avalados no solo de los efectos deseables y terapéuticos de cada fármaco, sino también de sus reacciones adversas, de sus efectos secundarios, de las interacciones de los medicamentos y conocen como minimizar los riesgos. Siguen la regla de las tres 'C': el fármaco correcto, para el paciente correcto y con la dosis correcta.

Las farmacias y los farmacéuticos son confiables. Con sencillez, sin alharacas, saben plantear las preguntas correctas y clarificar dudas y cuestiones confusas utilizando un lenguaje coloquial asequible. Todos sabemos que las recomendaciones en la farmacia son consejos seguros que merece la pena no olvidar. 'De confianza, al servicio de tu salud', fue el lema del año 2021 y reflejaba netamente la realidad de lo transmitido por los profesionales que dirigen y regentan las farmacias. De los farmacéuticos y farmacéuticas nos fiamos. Son profesionales preparados a conciencia que ofrecen confianza sin recelos.

Desde hace años, en las farmacias ya no solo se dispensan fármacos y remedios, también venden productos de parafarmacia, de óptica, de otorrinolaringología, de podología y cosméticos. Son productos seguros y de calidad. El tan conocido slogan 'solo se vende en farmacias' indica que son productos de categoría y de confianza, con garantía. Y es que en las farmacias se tiene el aval. Los farmacéuticos responden, aseguran y afianzan la excelencia de los productos que dispensan para su función concreta. Además de la calidad, ofrecen un servicio con entrenamiento y experiencia acreditada aconsejando con recomendaciones válidas con las que los consumidores quedan satisfechos y aprecian los beneficios que obtienen.

En Nueva York, la capital de los rascacielos, en la ciudad que nunca duerme, hay farmacias en cada esquina. Son muy diversas, algunas, de cadenas nacionales, están abiertas las 24 horas del día. Son farmacias inmensas cuyo lema es la seguridad de los ciudadanos. Son agentes de salud global que regalan consejos de todo tipo, no solo sobre medicamentos, sino también sobre productos de parafarmacia. Y llama la atención que una amplia sección de estas hiperfarmacias es el equivalente a un supermercado exquisito donde dispensan alimentos, tentempiés y bebidas. Y, cada vez más, los transeúntes prefieren comprar sus viandas cotidianas en estas farmacias. Les convence la calidad y la seguridad alimentaria de estos manjares que, sin ser de precios exhorbitantes, gozan de la reputación del profesionalismo de los farmacéuticos asegurando que son vituallas salutíferas. Aunque a los europeos ahora nos llame la atención, posiblemente en el futuro también nos complazca aprovisionarnos en las garantes farmacias. Porque farmacéuticas y farmacéuticos, con una perspectiva y ética altamente profesional, derrochan solvencia de sanas certezas.

Por un mundo más saludable, ¡Dios salve a los farmacéuticos!