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Ay, dolor

Hablamos de un dolor de elusiva comprensión, de complejo encaje en una definición satisfactoria que abarque su sentido completo

Lunes, 8 de noviembre 2021, 01:38

A lo largo de su existencia, el cuerpo humano, en permanente contacto con la naturaleza, percibe los estímulos ambientales externos a través de los sentidos corporales. Los receptores sensibles especializados –la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto– captan las señales del ... entorno y transmiten la información por medio de terminales nerviosas hasta el cerebro. En este órgano de control central, verdadero puesto de mando del organismo, se recopila y procesa una ingente cantidad de datos, emitiendo órdenes oportunas para adaptarse en cada momento a las distintas contingencias del medio que nos rodea. Del mismo modo se integran en estas áreas cerebrales los mensajes provenientes de los órganos internos, para mantener una compleja y delicada homeostasis. Es decir, un ajuste constante de los parámetros que rigen sus actividades para ejercer sus funciones sin desequilibrios.

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