Las disculpas de Dylan y la sangre de Stephen King
A CARA DE LIBRO ·
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¿Aumenta una firma o la propia sangre del autor el valor literario de una obra? Obviamente noSeptiembre de 2022, sede de Simon & Schuster, Nueva York. A ver, Bob, hemos pensado que, para darle un empujoncito a tu nuevo libro, 'Filosofía de ... la canción moderna', haremos una edición limitada de 900 ejemplares con tu autógrafo. Estás loco, he cumplido 81 años, no tengo pulso para firmar tanto. Piénsalo, cobraremos 599 dólares por cada libro. ¿Se venderán? Bob, eres un mito, el único perroflauta venido a más con un Nobel de Literatura, y a tu edad, es posible que este sea tu último libro. Me vendría bien la pasta, ya sabes que tengo seis hijos, y empiezo gira, tendré que cambiarme la prótesis de cadera... Acepto, aunque con una condición: quiero la pasta, pero no firmar 900 libros. ¿Ni en varias veces? No, ya sabes lo poco que me gusta repetir toma. Está bien, Bob, nos lo pones difícil, algo se nos ocurrirá.
Y se les ocurrió. Autopen es el bolígrafo automático que permite reproducir una firma real. Bod Dylan 'firmó' 900 libros mientras afinaba la guitarra en su casa de Malibú. El problema vino después, el 1 de noviembre, cuando los pagafantas literarios compartieron en redes la firma de sus libros y se dieron cuenta de que todas eran iguales.
Dylan no andaba desencaminado con sus quejas al editor. A priori, firmar libros no parece una tarea dura que requiera de un plan de riesgos laborales. Pero lo es. Cuenta Chuck Palahniuk en su libro 'Plantéate esto: Momentos de mi vida como escritor que lo cambiaron todo', que hace un par de años Stephen King asistió a una firma de libros. Había un máximo de 3 por persona y el aforo se limitó a 5.000 lectores. Cuando llevaba un centenar de libros firmados, sus dedos comenzaron a sangrar manchando el libro. King se disculpó y pidió una venda. El lector al que le tocaba a continuación se quejó: «¡No es justo! ¡Si el señor King puede sangrar en los libros de este, también tiene que sangrar en los míos!». Resignado, Stephen King continuó firmando con su bolígrafo y su propia sangre casi 15.000 libros. En cuanto terminó tuvo que ser atendido.
¿Aumenta una firma o la propia sangre del autor el valor literario de una obra? Obviamente no. Habrá quien aspire a especular con el libro y conseguir una buena jubilación. Pero también habrá quien se sienta más cerca de la genialidad gracias a ello. Me queda la duda de si Dylan, además de las disculpas, devolverá a los ilusos los 550 dólares de diferencia.
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