Dinero da felicidad

En mi tierra de nacencia sintetizan la filosofía sobre el dinero con un refrán inatacable, que se puede traducir literalmente a otros idiomas pero los autores extranjeros suelen escribirlo en castellano original: «con buena p... bien se f...» Con dinero uno puede desarrollar sus potencialidades, si las tiene (muchos de nuestros milmillonarios no tienen nada interesante fuera de ser ricos), y siendo pobre la cosa se estrecha mucho, precisamente porque está muy ocupado en ser pobre. Ser pobre ocupa una cantidad de tiempo agotadora. Siendo pobre debes ocuparte casi exclusivamente de las cosas insignificantes de la vida, y no hay cosa que arruine más una vida que ocuparse de lo que un caballero no debiera jamás ocuparse. Si eres pobre estás pensando treinta o cuarenta años en que debes ir urgentemente al dentista y cuando te mueres eso se queda como un proyecto irrealizable. Con dinero desconozco si puede comprarse el amor, aunque sospecho que así es, pero sí sé que sin dinero el amor siempre se acaba yendo por el váter. El dinero no es tanto lo que puedes tener como lo que estás en condiciones de no perder. No money, no honey.

Fernando Fernán Gómez dijo que a él le hubiese gustado ser rico de verdad, porque ser rico no es saber que tienes dinero, sino en no tener que pensarlo. La paz. Que algunos creyentes en otra vida, siendo pobrísimos, sienten, pero la fe es un don divino que alcanza a relativamente pocos. El lujo de la existencia no consiste en hacerse un casoplón con balaustradas y escalinatas situado en el mismo agujero infecto de donde saliste, y tampoco consiste en tener una flauta y un perro. Consiste en que aquello que necesitas hacer para tu crecimiento personal, puedas hacerlo. Esto suele traducirse en dinero de curso legal. La vida es como el chiste: «oye, hay dos problemas para hacerlo; primero, no hay dinero», «no hace falta que sigas».