Borrar

500 días

«Aquí no puede pasar eso», me decía. ¡Cuán equivocado estaba! ¡Un virus había de helarnos el corazón!

Domingo, 11 de julio 2021, 08:05

Entre el 26 de febrero de 2020 y el 10 de julio de 2021, fecha en la que escribo estos párrafos, han transcurrido 500 días ( ... con sus 19 noches). La efeméride conmemora la publicación en este mismo diario de un artículo titulado 'El coronavirus y las profecías autocumplidas'. Aquel texto recibió muchas visitas en la edición digital del periódico, permaneciendo en el 'top five' de los artículos de opinión más leídos durante algunas semanas. En aquel texto alertaba de las consecuencias que podía tener dejarse arrastrar por un pánico irracional ante la incipiente epidemia producida por un tipo de coronavirus muy recientemente bautizado por la Organización Mundial de la Salud como SARS-CoV-2. De hecho, por aquel entonces aún lo conocíamos como 'coronavirus de Wuhan', en referencia a la ciudad china epicentro del brote originario de la epidemia. La magnificación (razonaba yo en el artículo) de la amenaza que podía entrañar un brote todavía localizado casi en exclusiva en China podía conducir, paradójicamente, a la confirmación de los peores augurios económicos, no ya por el colapso exportador chino, sino por el cese de los desplazamientos (días antes se había cancelado el Mobile World Congress de Barcelona) y el correspondiente deterioro del sector turístico. La alargada sombra de Keynes, precursor de la economía del comportamiento, al subrayar la conexión entre las reacciones emocionales humanas (lo que denominó 'animal spirits', y que quizá podríamos traducir como 'impulsos atávicos') y la actividad económica, predecía que las más nefandas profecías podían acabar por hacerse realidad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad 500 días