DiarioLeaks II: puñales, chivos y valium

Apreciado lector, hace unos días asumí el compromiso de compartir mediante estas líneas el sorprendente contenido de un diario de reflexión política en forma de correo electrónico que sigue filtrándose con regularidad pasmosa por capricho de la red. Muchos me han requerido, incluso con ansiedad sospechosa, la identidad del incauto remitente. Entenderá que no revelar su identidad fue también parte de mi compromiso y, a estas alturas, pretendo cumplir mi palabra. Poco más poseo. Aquí algunos extractos:

«4/10:(...) Al principio, esta pandemia llegó a preocuparme. Semanas antes del primer caso, fui consciente de la tormenta que se avecinaba y que mis enemigos en el partido no dudarían en aprovecharla para hacerme daño. Puse a mi cueva a trabajar a destajo para desactivarlos. Y callaícos. (...) ¿Dormir? Poco. Hay que vigilarlos de cerca. Ellos hacen igual. Ambicionamos hasta las dos caras de la misma moneda. A esto se viene llorado de casa y ambicionando, si no, eres carne de cañón. Tengo mucho hijo de **** cerca. Cara sonriente y puñal afilado. (...) La lealtad se paga mediante cargos a costa del erario. Bendito interés general. Pero es un arma de doble filo. Una grieta en la esperanza de paguica y los leales abren un dique que te lleva al hoyo. Siempre hay que sellar rápido».

«9/10:(...) ¿Discusión con los otros partidos?, preguntaba el nuevo, pobre ingenuo. Pura anécdota. Menos mal que *****, siempre con ideas claras, los pone firmes. (...) En la reunión del Consejo ******** necesitamos disfrazar nuestra postura. Nada como una bata de cara a la galería para callar bocas. Insiste: 'Damos el pego. Parece que hablamos con autoridad; y nunca faltan científicos que se dejen usar. Vanidad. Foto de egos. Golpecito en la espalda y a seguir'. Bien lo sabemos. Y ellos...mucho investigar, pero no saben nada de esta lucha diaria. Ni ellos se entienden. (...) Menos mal que el kilo de científico como chivo expiatorio cotiza barato. Mi predecesor repetía: 'Nunca tomar una decisión sin chivo para expiar'. Pobre incauto, cayó cuando maniobré para dejarlo sin chivo. Tenía razón, le cortaron la cabeza. Como favor al partido asumí humildemente su puesto con modestia mediática y...».

«(13/10): Los datos son terribles, llegaremos al millón ¿Y qué puedo hacer? La gente es infantil. Buscan el paternalismo y nosotros simulamos que lo somos. ¿Engañar? Les doy lo que quieren ¿qué hay de malo? Somos camellos de relatos estupefacientes. ***** marca cuándo dar valium, anfetas o LSD. Lo soltamos y tenemos 48 horas de efecto. ¿La clave? Fácil. Pensar en algo cierto. 'Hay que transmitir. Piensa en algo que sea veraz mientras sueltas la patraña', insiste. Suena convincente. Todo bajo control(...)».

Habrá más, pero guárdeme la confidencia.