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Destacada efeméride

El carácter corrosivo de su producción dramática le granjeó a Valle-Inclán más enemigos que amigos

Domingo, 16 de agosto 2020, 08:26

El 31 de julio de 1920 se inició la publicación de 'Luces de bohemia', de don Ramón María del Valle-Inclán, en el semanario 'España', fundado por Ortega y Gasset, dirigido por Luis Araquistáin, con colaboradores de la talla de Manuel Azaña, Antonio Machado, Gerardo Diego, y Unamuno, desde su exilio parisino. Editar obras de esa manera era un seguro de ingresos durante varias semanas, al cobrar por capítulos. Mejor que la eventualidad de un improbable estreno. La publicación del primer esperpento del autor duró hasta octubre. Esa primera versión de la inmortal obra contaba con tan solo doce escenas. No sería hasta 1924, cuando don Ramón la revisa y añade tres escenas más hasta las quince definitivas. En estos días de agosto, pues, celebramos el centenario del nacimiento de uno de los textos fundamentales en la historia del teatro y de la cultura. Del siglo XX, y de todos los tiempos. Desengañado como estaba entonces Valle-Inclán con el mundo de la escena, prefería publicación en mano que taquilla volando.

El texto no se estrenó en vida del autor. El carácter corrosivo de su producción dramática le granjeó más enemigos que amigos. Tuvo que pasar medio siglo para que el público pudiera admirar la grandeza de esa obra. También su estreno tiene miga. A finales de los años sesenta, José Tamayo quiso montarla por primera vez en España. Se lo dijo a Manuel Fraga, a la sazón Ministro de Información y Turismo, gallego practicante y devoto de don Ramón. Se lo dijo, porque la Junta de Censura impedía su representación completa, como quería el hijo del autor, Carlos, propietario de los derechos de 'Luces', y el mismo Tamayo. No era fácil autorizarla. Oír en un escenario: «Hay que establecer la guillotina eléctrica en la Puerta del Sol», «España es una deformación grotesca de Europa», o «en España es un delito el talento», no era posible en aquellos momentos. Pero Fraga lo autorizó. Realmente fue una de sus últimas decisiones, antes de ser destituido como ministro en noviembre de 1969. Los tecnócratas del Opus Dei tomaron el poder en el gobierno de Franco. Pero con su firma, y con el visado de la censura, poco pudo hacer Sánchez Bella que no supusiera un escándalo mayor.

¿Por qué traigo hoy a colación una página de la historia de la literatura? Además de tratarse de una efeméride que considero fundamental, porque el autor ha vuelto a estar de rabiosa actualidad por sus críticas alusiones a la familia real, sobre todo a su contemporáneo, Alfonso XIII. Las relaciones de Valle-Inclán con la monarquía nunca fueron buenas. En su haber tenía los años que militó en un extravagante partido carlista. Siempre le pareció más romántico que la realeza establecida en el Palacio de Oriente. El mismo año que publicó 'Luces de bohemia', salió a la luz también 'Farsa y licencia de la reina castiza', una dura sátira contra Isabel II, abuela del citado Alfonso XIII. Quiero recordar que fue Gómez de la Serna quien, en su biografía sobre Valle-Inclán, cuenta que envió una copia de la obra al propio monarca y que el rey le contestó con una atenta nota. Dada la poca credibilidad de la biografía en cuestión, y de la cantidad de datos inventados por aquel otro Ramón, muchos ponemos en tela de juicio este hecho.

En cualquier caso, Alfonso XIII es personaje de alguna de las obras de don Ramón, como 'La hija del capitán', en la que entremezcla una rebuscada trama novelesca con los últimos días de la dictadura de Primo de Rivera. La última escena transcurre en la estación de ferrocarriles, desde donde el monarca sale para su exilio. Acompañado de obispos, autoridades e hijas de María, se despide del pueblo. La situación es tan grotesca, que el protagonista cierra la obra con un esperpéntico «De risa me escacho».

Viviendo como vivimos un momento histórico en el cual el Rey emérito Juan Carlos I se ha ido del país, por oscuros motivos, no nos debe extrañar que en las redes sociales haya recobrado actualidad el autor de 'Luces de bohemia'. Circula un apócrifo por el cual le atribuyen la frase de «Los españoles han echado al último Borbón no por rey, sino por ladrón». No tengo garantías de que eso lo escribiera Valle-Inclán, aunque es fácil que lo dijera en alguna de las tertulias que frecuentaba. Los que hoy la utilizan quieren basarse, si no en el dato histórico, sí en el imaginario popular. No encuentro otras razones.

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