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Urbina junto a Sánchez Serna (1d) y otros dirigentes, ayer. LV
La desintegración morada

La desintegración morada

Sábado, 28 de septiembre 2019, 02:44

Él lideró su gestación y primeros éxitos y él se ha encargado ahora de desplomarlo por una pronunciada pendiente de la que le costará salir. Es la historia de Óscar Urralburu y Podemos en la Región de Murcia.

Urralburu vivía en una situación muy incómoda en la formación morada desde hacía tiempo. Mantenía una posición sólida como secretario general, rodeado de una dirección mayoritariamente afín, pero su distanciamiento de Pablo Iglesias, la creciente contestación interna y los menguantes resultados electorales no eran buenos augurios.

Los 110.601 votos obtenidos en las generales de 2015 son el techo de Podemos en la Región y hace mucho que quedaron atrás. En las regionales del pasado 26 de mayo, con Urralburu a la cabeza, la cosecha fue de poco más de 36.000 papeletas y solo dos diputados, cuatro menos que antes, lo que generó las primeras y ásperas críticas públicas contra el secretario general del diputado en el Congreso Javier Sánchez Serna, acérrimo pablista, que será quien se ponga ahora al frente de la gestora.

Muy negro lo ha tenido que ver el reflexivo y prudente Urralburu para tomar una decisión tan drástica y arriesgada. A Podemos lo deja hecho unos zorros, pero su nuevo proyecto, Más País-Más Región de Murcia, no arranca con buen pie. Los electores no suelen ser generosos con los desertores y desleales y el fraccionamiento del voto de izquierdas reducirá las opciones de lograr escaño, a causa de la ley D'Hondt, y favorecerá a los oponentes. Es posible que consiga evitar que Podemos revalidé el 10-N el escaño que posee en la Región de Murcia, pero puede no ser él el beneficiario, sino el PP, que se quedó muy cerca de lograr un tercer diputado. La explosión podemita, además, favorecerá al PSOE, que recogerá votantes hastiados de las peleas fratricidas moradas y se quedará con una muy debilitada alternativa a su izquierda. Miel sobre hojuelas para Diego Conesa.

No tendrá problemas Urralburu para poner en marcha su nuevo proyecto, puesto que muchos de los actuales cuadros de Podemos son de su cuerda, pero tampoco le costará a Podemos recomponer su estructura para seguir adelante, sobre todo tras conocerse que las direcciones de Cartagena y Lorca se mantienen leales. Es posible incluso que algunos excargos que se alejaron del partido morado decepcionados con el liderazgo de Urralburu, como la antigua eurodiputada Lola Sánchez, decidan ahora reincorporarse. En cualquier caso, el hundimiento del que hasta no hace mucho era el tercer partido político de la Región es un hecho, y todo a poco más de un mes de unas elecciones.

La mayoría de los argumentos que ayer esgrimió Urralburu para explicar su fuga tienen fundamento, como el personalista liderazgo de Pablo Iglesias y su incapacidad para llegar a acuerdos con el PSOE, pero también le faltó autocrítica a quien, tras meses de negociaciones, tampoco pudo urdir una coalición electoral con IU en la Región para los comicios del pasado 26 de mayo.

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