Corazón, el fisco, los extremos
UNA PALABRA TUYA ·
¿Qué pensaría del 'caso Pablo Hasél', encarcelado por enaltecimiento del terrorismo, el recientemente fallecido y brillante diseñador y pintor?Secciones
Servicios
Destacamos
UNA PALABRA TUYA ·
¿Qué pensaría del 'caso Pablo Hasél', encarcelado por enaltecimiento del terrorismo, el recientemente fallecido y brillante diseñador y pintor?Como supo mantenerse siempre tan joven de espíritu, e incluso su aspecto no iba paralelo a los años de vida que ya había consumido en ... un sinfín de batallas, siempre pacíficas, con el arte y con una vida que exprimió hasta el fin, parecía que Alberto Corazón no se moriría nunca; o, al menos, no antes de por los menos muchos años más. Pero no hay manera: nos dejan quienes nos son útiles y acompañan nuestro deambular, y se queda mucho tonto. Parece el sino de los tiempos desde que el mundo es mundo, y sin duda desde mucho antes de que se equivocara casi en todo la paloma de Alberti y, llegados a este punto, de que conociésemos la buena nueva, pero bien extraña, de que Juan Carlos de Borbón ha desembolsado ahora al fisco, por no haberlo hecho en su debido día como todo hijo, que no súbdito, de vecino, la nada despreciable cantidad de más de cuatro millones de euros. Mudo te quedas. De este y de tantísimos otros temas ya no opinará, con su lucidez habitual, Corazón, un apellido que le venía al pelo y al bigote del que siempre se negó a deshacerse.
A mí, una de las cosas de las que me advirtió es de que «políticos y banqueros quieren ciudadanos cada vez más idiotas»; oye, y en eso parece que andamos empeñados, en darle la razón al que fuese diseñador de prestigio internacional, pintor, escultor, creador nómada y culto, y hombre práctico y claro partidario de las descendencias: de cinco hijos fue padre. En la Región deja muy buenos amigos, empezando por el irrepetible José López Albaladejo 'Larry'.
Devoto consumidor del aceite de oliva, lamentaba el hecho de que en nuestro país la estupidez estuviese tomando un protagonismo verdaderamente alarmante, y además alentada de un modo inconcebible. «Nunca hemos tenido una mediocridad tan dominante, parece mentira pero no lo es: la mediocridad parece estar conquistándolo todo», decía, y eso que se ha perdido todo lo relativo al 'caso Pablo Hasél', al que muchos tratan de tal modo que parecen confundirlo con Rimbaud o, más injustificado todavía, con el joven mártir Mohamed Bouazizi; que ni por asomo y que ni en maldita broma, y cuya encarcelación, nada menos que por enaltecimiento del terrorismo, que por nada debería dejar de ser delito, ha desatado una oleada de infierno en las calles. Qué empeño más tonto, y sobre todo tan irresponsable, el de cierta izquierda, extrema, en favorecer el crecimiento de cierta derecha, también extrema.
Ojeo una obra que nos dejó Corazón, 'Damasco Suite', un esplendoroso libro de viajes en el que cuenta que, estando en la capital siria, hoy tan herida, se despertó, tras haber tenido un hermoso sueño, y se encontró feliz con la hermosa realidad de un país vivo. Y tanto que eran otros tiempos, cuyo regreso se torna hoy una espera inútil. Este es el día en que, aunque nunca debemos darnos por vencidos, se hace muy duro contemplar una realidad que se asemeja a esos versos de Seamus Heaney en los que se lamenta de que, como en una pesadilla, «los muertos avanzan hacia el futuro».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.