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Solemos asociar la simetría con la armonía y la belleza y, por tanto, con la felicidad, quizá por herencia griega, pero basta una mirada con ... afán más indagativo para darnos cuenta de que no, de que la vida es asimétrica. El mismo cuerpo, que parece igual, no lo es. Un ojo es distinto del otro, y una mano también; o, de repente, te encuentras un bulto extraño, una parte achichonada en una zona del cuerpo donde no debiera y adiós a la simetría. Que se lo digan a Massiel, a la que el cáncer ha obligado a escamotearle un pulmón, o al expresidente uruguayo Pepe Mujica, también con cáncer y que ya no quiere tratamientos «porque el guerrero tiene derecho a un descanso». Solo la asimetría puede explicar que un tipo como Mujica, aún lúcido pese a sus muchos años y su mal estado, exista al sur de una parte del planeta donde también gobierna Trump, pero al norte. Trump y su gesto de machorro, ese que usa siempre y tiene más de atuendo que de gesto: dice más y lo viste más que el propio traje que lleva.

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laverdad La vida asimétrica