Zonas inundables y aprovechamiento del agua

Creo honestamente que poco se ha invertido en obras hidráulicas en nuestra Región en los últimos 60 años. La prueba de ello, las últimas inundaciones de pueblos cercanos al Mar Menor.

Soy un ciudadano de la Región, concretamente de Cartagena, y como tal me preocupa y mucho que, siendo conscientes de la problemática de nuestra ciudad, casi toda ella en zonas inundables (en la costa), no se den más prisa. En la actualidad, estamos en obras para sustituir la antiquísima estación de bombeo de la plaza de España (de más de 60 años) por la nueva ubicada junto al Cartagonova, que dará servicio a 123.000 habitantes de Cartagena.

Su plazo de ejecución era de 15 meses. La obra se inició el 23-12-2022, han pasado 29 meses y seguimos sin terminarla. Creo que no todos somos conscientes de las dimensiones de esta gran obra, al ser la misma bajo tierra, por lo que no llegamos a percibir todo lo realizado hasta la fecha. Les rogaría a los responsables del Ayuntamiento un último esfuerzo para su pronta terminación –las lluvias siguen–.

Soy de los que opinan que podemos mejorar y mucho con un mayor aprovechamiento del agua de lluvia, solo con más tanques de tormenta conectados entre sí, que sirvieran de aliviadero de la Rambla de Benipila que va a parar al mar, podríamos cumplir el objetivo: desviar parte de sus aguas a los tanques.

En la actualidad y en los últimos días, millones de metros cúbicos han ido a parar al mar Mediterráneo. Nuestra bocana del puerto entre los dos faros es testigo de ello: el color marrón de sus aguas por los arrastres de dicha rambla, nada de ello beneficia a nuestra dársena de puerto y más con viento de lebeche –las aguas marrones van al interior del puerto–.

Aprovecho esta oportunidad para poner en conocimiento de nuestro Ayuntamiento, de la Concejalía de Urbanismo y también de nuestros ciudadanos las posibles soluciones que nos brinda la construcción de viviendas inteligentes (unifamiliares) con recogida de aguas de lluvia a tanques para su uso en jardinería.

Señores políticos, inviertan con responsabilidad, con estudios y proyectos que ofrezcan seguridades a los ciudadanos. Lo ocurrido en Valencia nos da un aviso a navegantes para la Región.

Por último, nuestro Mar Menor es un bien muy preciado por todos. Se está convirtiendo, y lo digo con mucha pena, en un lago de aguas muertas, sin corrientes y sin vida en sus fondos marinos, muy falto de entrada de aguas transparentes del Mediterráneo, su alimento natural de siglos. Por desgracia, año tras año lo golpean con dureza las fuertes lluvias (danas) con arrastres contaminantes que entierran más y más su vegetación marina, y su fauna única en especies sufre las consecuencias de ello.