Piscina o playa política

Bueno, pues hay políticos que no se mojan, ponen la toalla alrededor de la piscina, toman el sol y charlan sin parar, sin meter un dedo en el agua. Otros se tiran en bomba y ponen a todo el mundo chorreando. Los más correctos saludan, se meten en la piscina, previa ducha, y hablan y nadan con los vecinos. En la playa no digo nada de los que se quedan en la arena en una tumbona. Esos dormitan y se queman al sol. Casi ni protector solar se ponen. Y luego vienen los problemas.

Estas próximas elecciones son para escoger buenos nadadores y nadadoras. Que se mojen. Que naden. Con olas y sin ellas en la playa. Y en la piscina solos o con gente. Que no creen problemas, que los solucionen.

El 28-M los baños fueron en piscina cubierta. Ahora es al aire libre. En el mar el agua se renueva de forma natural. En la piscina los productos para su mantenimiento no sientan bien a todo el mundo. Y por si fuera poco, los baños aumentan el apetito. Sin una buena dieta, hasta se puede engordar por mucho ejercicio que se haga. Una piscina, un cajero automático y un bar hacen que las poblaciones pequeñas no se vacíen, sino que atraigan nuevos habitantes, si hay vivienda y trabajo. Futuros diputados y senadores, hay que mojarse para progresar adecuadamente.